Una miniatura con demasiado peso

Una miniatura con demasiado peso

La propuesta en miniatura del universo Final Fantasy se presenta como una alternativa continuista al estilo que nos tiene acostumbrado Square-Enix con una de sus obras magna en la industria del videojuego. No obstante, World of Final Fantasy marca tintes de identidad propia que se alejan de la esencia de una saga que parece haber alcanzado su cénit.

Una miniatura con demasiado peso

World of Final Fantasy sorprendió a propios y extraños desde el momento de su anuncio. Aunque las primeras reacciones al videojuego estuvieron marcadas por la incertidumbre, lo cierto es que la propuesta de crear un mundo de miniatura centrado en el universo de una de las sagas más conocidas en todo el mundo no es tan desacertado. Con ello, se consigue aportar un tinte de frescura a una franquicia algo oxidada con el paso del tiempo e iniciar una nueva aventura con continuos guiños a las anteriores entregas de Final Fantasy. Aunque el resultado pueda adolecer en muchos aspectos respecto al nombre que lleva, lo que supone una gran losa para cualquier videojuego actual.

Grymoire es el lugar en el que se desarrolla la historia. Allí, los jóvenes gemelos Reynn y Lann descubren que han perdido la memoria y que fueron realmente importantes para el reino en el pasado, por lo que se embarcan en una aventura sin límites con la firme idea de recuperar sus recuerdos y liderar la resistencia respecto a las fuerzas de Bahamut, que amenazan con hacerse con el poder de todo el reino por la fuerza. Para ello, cuentan con la ayuda de los denominados mirages, criaturas conocidas del universo Final Fantasy que conforman un estupendo elenco con los que combatir y crear combinaciones únicas. Por si fuera poco, los mayores héroes de la franquicia se unen a la lucha en forma de cameo que llega al corazón de los seguidores más fervientes.

Una miniatura con demasiado peso

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Lo primero que hay que destacar es que la idea sobre la que se sustenta World of Final Fantasy es sensacional. Posiblemente cuenta con uno de los argumentos más elaborados y sorprendentes con los que ha sorprendido Square-Enix en los últimos tiempos, aunque cuenta con un problema que pesa en exceso durante el desarrollo del título: tarda en arrancar una barbaridad. El desarrollo se hace tremendamente lento y la introducción de los personajes, así como los cameos de algunos protagonistas destacados como El Guardían de la Luz, Yuna, Cloud o Lightning, frena el avance de un guión sólido e intenso. Esto hace que, sin ser excesivos, las veinte primeras horas del videojuego sean un puro trámite hasta que la historia comienza a coger peso. Tiempo suficiente para que la mayoría de los jugadores que no están familiarizados con la saga acaben por abandonar creyendo que esta será la línea continuista del juego. Nada más lejos de la realidad, aunque para evitar spoilers, poco más podemos añadir.

Por todo ello, World of Final Fantasy se queda en una idea muy bien planteada, con muchos visos de sorprender y salir adelante como una alternativa al universo habitual, pero que, por desgracia, está mal trasladada y elaborada. Aunque es cierto que puede aportar grandes momentos de diversión y un reto para todos aquellos que se introduzcan de lleno en el género RPG y, concretamente, en todo lo respectivo a Final Fantasy, el resultado final se antoja insuficiente.

A pesar de estos detalles, el juego no es un producto despreciable, ni mucho menos. Cuenta con elementos que destacan por encima de muchos videojuegos similares y que proponen una aventura única y divertida. De hecho, la posibilidad de visitar escenarios totalmente reconocibles de las trece entregas de Final Fantasy resulta sensacional, así como cruzarse con sus personajes más característicos y conseguir arrancar una sonrisa con dichas situaciones. Esos momentos son una auténtica delicia. Además, el formato chibi, que en esta ocasión se denomina como “pezqueco” (mientras que el tamaño normal se define como koloso), resulta gracioso y aporta un aire fresco. Sienta muy bien en el tono que adquiere el título, que tiene tintes infantiles sustentados en un guión profundo y adulto.

Una miniatura con demasiado peso

Lo que sorprende de World of Final Fantasy es su propuesta similar a la del universo de Pokémon o Ni No Kuni. A lo largo del extenso mapa que compone el reino de Grymoire, se pueden encontrar cientos de criaturas reconocibles del universo de Final Fantasy que pueden unirse a la batalla junto a Reynn y Lann. Para ello, los jóvenes protagonistas pueden utilizar un dispositivo denominado Prismarium mediante el cual capturar, literalmente, del mismo modo que ocurre en Pokémon y encerrarlos en una cápsula que más tarde se convierte en una miragita. Estas criaturas se denominan Mirages y son esenciales a la hora de disfrutar de las batallas y generar las mejores estrategias.

Y aquí es donde World of Final Fantasy hace honor a su nombre. La complejidad del desarrollo de los Mirages y sus funciones es espléndida, tanto que cuesta varias horas adaptarse al sistema de batalla y sus peculiaridades. Sin embargo, una vez se adquiere el concepto principal, sostiene un sinfín de posibilidades y opciones que amplían el universo y las maneras de disfrutar del juego. Cabe destacar que la manera de entrenar a los Mirages se basa en el árbol de habilidades que se ha visto a lo largo de la historia moderna de Final Fantasy; a través de puntos de habilidades, se le pueden otorgar nuevos ataques, atributos y mejoras a los Mirages.

Mención aparte merecen las formaciones. Los Mirages se dividen en tres grupos de criaturas: pequeñas, medianas y grandes. Y aquí es donde adquiere una gran importancia el tamaño que se decida otorgar a los protagonistas, ya que los Mirages que entren en batalla podrán formar torres con Reynn y Lann, ampliando así sus habilidades y su poder, unificando sus fuerzas. De este modo, si los protagonistas se encuentran en el modo “pezqueco” podrán montarse a lomos de algunas criaturas de tamaño grande, mientras que si la elección es el modo “koloso”, podrán disponer de pequeñas criaturas sobre sus cabezas.

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Esto eleva las posibilidades tácticas hasta el infinito, permitiendo personalizar tanto a los personajes como a las criaturas en cada mínima batalla para elegir la opción que se considere más correcta en cada momento. Cada torre puede tener un máximo de tres componente, cada uno de los tamaños mencionados. Hay un cuarto grupo que recibe el tamaño XL, pero este está reservado a las habituales invocaciones de las que hace gala la saga.

El sistema de combates se basa en el clásico ataque por turnos, aunque con alguna variación que lo hace más trepidante y arriesgado. A decir verdad, bebe directamente del sistema que han utilizado otras obras como Child of Light. Mediante una barra de BTC se determina los turnos de los protagonistas de la batalla, tanto aliados como enemigos. Esto permite una amplia personalización táctica, ya que unos personajes tienen más velocidad que otros a la hora de realizar sus ataques, o al aplicar el hechizo Prisa, lo que puede determinar el destino de una batalla. Es interesante, dinámico y divertido; uno de los grandes puntos fuertes de World of Final Fantasy.

En definitiva, se trata de un título de lo más aceptable y entretenido que consigue aportar un toque diferente a lo que se ha visto en los RPG en las épocas recientes. Su propuesta es sólida, aunque un poco inmadura en la construcción de personajes y de su universo, pero que consigue atrapar lo suficiente como para querer jugarlo. Todo ello, siempre y cuando se esté dispuesto a introducirse en una propuesta amplia y lenta, que tiene un claro error en el marcaje de los tempos para conseguir esa chispa que invite a seguir avanzando desde el primer momento. Sin duda, el mayor problema con el que cuenta World of Final Fantasy es el enorme peso del nombre que lleva, lo que produce una gran desazón y un tinte insuficiente respecto a lo que se puede esperar de un juego bajo dicha firma.

Juan Montes

Una miniatura con demasiado peso

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Jugabilidad: Es uno de sus puntos fuertes, aunque se antoja realmente compleja en sus primeras horas. El manejo de los personajes a lo largo y ancho del mapa es de lo más simple, al más puro estilo RPG, aunque es cierto que predominan los escenarios lineales y dejan poco espacio a la exploración. No obstante, lo realmente divertido de World of Final Fantasy reside en sus combates y en las posibilidades estratégicas con sus diferentes formaciones. Un auténtico reto para todos los aficionados a este género y sus principales características.

Gráficos: La calidad gráfica de World of Final Fantasy es destacable. El formato le sienta de maravilla y adquiere un tinte cartoon de lo más pulido. No obstante, para dar la impresión de que la versión de PlayStation 4 ha sido limitada para poder cumplir las funciones de cross play junto a PlayStation Vita, lo que parece haber capado en cierta medida su potencial gráfico. Sin embargo, como decimos, es de lo más destacable y lúcido de la propuesta que presenta Square-Enix. En cuanto a los personajes del universo Final Fantasy, se ha conseguir trasladar a la perfección los elementos que los caracterizan en el formato pezqueco.

Duración: Como buen título de Final Fantasy, en eso sí hace honor al nombre que ostenta, es una propuesta de lo más extensa y que cumpliendo todas sus posibilidades supera las 100 horas de juego. En lo referente a la campaña principal, el argumento se extiende más allá de las 30 horas, pudiendo alcanzar incluso las 40 en total.

Sonido: La banda sonora es una completa maravilla. Resulta magnífico poder escuchar algunos de los temas más significativos de los diferentes títulos de Final Fantasy a través de las apariciones de sus personajes. Además, las sintonías con identidad propia de World of Final Fantasy también son sobresalientes. Por último, cabe destacar el enorme trabajo en el doblaje inglés del juego, que ameniza en gran medida la partida.

Conclusión: World of Final Fantasy no inventa la pólvora, pero sí que compone algunos de sus ingredientes. Es una propuesta novedosa, arriesgada e innovadora. Resulta realmente divertido introducirse en el mundo de Grymoire y luchar junto o contra algunas de las criaturas más conocidas del universo Final Fantasy. Sin embargo, el poco peso del guión en sus primeras horas y la enorme losa de llevar uno de los nombres más legendarios de la industria a sus espaldas, dejan al juego en un producto con tintes interesantes, pero con un simple aprobado.

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