Análisis de Agony - Un viaje infernal

Análisis de Agony - Un viaje infernal

Análisis de Agony - Un viaje infernal

El desarrollo de videojuegos en Polonia ha demostrado en los últimos años estar al nivel de los grandes países del mundo. CD Projekt RED con la saga The Witcher, Techland con Dead Island y Dying Light o Bloober Team con Layers of Fear u Observer son buena prueba de ello. Ahora le llega el turno a Madmind Studio, una compañía debutante que ha unido a varios exempleados de grandes proyectos como The Division o The Witcher 3: Wild Hunt.

Lo que ha resultado de meses de trabajo y de generación de expectativas ha sido Agony, un videojuego de terror ambientado en las mismísimas entrañas del infierno que nos pone en la piel de un protagonista sin recuerdos, un alma torturada con la capacidad de poseer algunos cuerpos e incluso a algunos demonios, y que ahora solo tiene la misión de escapar de ese espantoso lugar. Nosotros ya hemos probado el juego en su versión de PlayStation 4 y te contamos qué nos ha parecido en nuestro análisis.

Análisis de Agony - Un viaje infernal

Análisis de Agony - Un viaje infernal

Lo primero de lo que nos damos cuenta al comenzar nuestra partida en Agony es que los chicos de Madmind Studio han dedicado gran parte del tiempo de desarrollo a crear un apartado artístico convincente, asfixiante y también, en muchas ocasiones, desagradable. A medida que avanzamos en la aventura no dejamos de escuchar gritos espeluznantes y de contemplar escenas de lo más terroríficas, pero no todo podía ser positivo en este sentido.

De hecho tenemos que lamentar muchas cosas en el terreno de lo técnico. Puede que no sea lo más importante para un juego, pero nos hemos encontrado tantos problemas que debemos mencionarlo desde el principio. Hemos jugado a Agony en una PlayStation 4 Pro y lo hemos hecho con una televisión 4K OLED de gama alta, por lo que resulta difícil de comprender el constante efecto de screen tearing que hemos encontrado a lo largo del juego.

Se trata de un artefacto que se produce cuando existe desincronización entre la frecuencia de actualización del juego y la pantalla y que hace que al mover la cámara (especialmente de forma lateral) veamos los objetos como si estuvieran partidos durante una fracción de segundo. Dado que no hemos experimentado este problema con ningún otro juego jugando en las mismas condiciones podemos concluir que se trata de un error de Agony, especialmente molesto a la hora de jugar.

Análisis de Agony - Un viaje infernal

En menor medida también hemos hallado bugs, crasheos e imprecisiones jugables que, en ocasiones, dificultan el movimiento por el escenario. El juego es tan oscuro que a veces resulta complicado poder ver el camino incluso aumentando considerablemente el brillo o el gamma. Pero pasemos a hablar de lo que es Agony en sí una vez nos introducimos en su acción y en sus mecánicas de juego, tan profundas como complejas.

Desde el comienzo del juego se nos abruma con muchísima información. Recogemos corazones y calaveras para ofrecerlos en rituales; frutos para incrementar nuestro nivel y desbloquear nuevas habilidades; debemos resolver lo que el juego da a conocer como “sigilos” (dibujar formas en una suerte de cuadro infernal) para abrir nuevos caminos y, claro está, defendernos y escondernos de los demonios que acechan en las sombras.

Otra de las bases de Agony es encontrar puntos de control repartidos por los niveles, pues el propio juego nos indica que morir será algo normal y que forma parte del modo de juego del título. El problema es que en ocasiones encontramos puntos de control muy de seguido, mientras que otras tan solo tenemos uno en varios minutos de juego, por lo que en caso de morir debemos volver muy atrás y volver a caminar lo ya andado previamente para poder continuar con nuestro viaje.

Análisis de Agony - Un viaje infernal

Aunque tenemos formas de defendernos de los enemigos (por ejemplo podemos usar una antorcha para espantar a los demonios inferiores, aunque a los más poderosos les atrae la luz) lo cierto es que Agony es un videojuego de sigilo. No es para menos, ya que la mayoría de veces que seamos alcanzados por un demonio moriremos de un solo impacto. Contener la respiración, buscar escondrijos y explorar bien el terreno antes de abordarlo son las tres claves para sobrevivir a estos encuentros.

De hecho, cuando morimos tenemos la opción de invadir un cuerpo para seguir explorando la zona durante un breve periodo de tiempo. En ocasiones deberemos volver hacia atrás para encontrar un nuevo anfitrión y así poder seguir investigando la zona que ha producido nuestra reciente muerte. A veces la inteligencia artificial enemiga funciona de una forma demasiado restrictiva, pues a pesar de encontrarnos con demonios ciegos que “ven” con el sonido podemos ser detectados a distancias ridículamente grandes.

Teniendo en cuenta que una vez nos hayan detectado seremos destripados de un solo impacto, esta mecánica solo sirve para frustrar, quizá en exceso, al jugador. En ese sentido, los escondites solo tienen utilidad cuando no has sido detectado. Si tu presencia ya ha salido a la luz pasarán a ser mero decorado, pues no habrá forma de que uno de ellos te ayude a perderle la pista al demonio que esté intentando darte caza.

Análisis de Agony - Un viaje infernal

Al principio puede resultar frustrante, pero luego pasar a ser repetitivo. Aunque la ambientación y el diseño siempre es atractivo y lúgubre, lo cierto es que siempre debemos acometer las mismas misiones en entornos muy similares los unos a los otros. Todo ello mientras tratamos de esquivar a los peligrosos demonios que nos acechan. La imprecisión jugable de la que hablábamos antes también se produce en los mencionados sigilos, en los que, a pesar de haber pintado la runa correcta, el juego demanda una precisión exagerada para poder darlo por bueno.

Sonoramente estamos ante un gran videojuego. Y es que Agony cuenta con un buen doblaje al inglés y espeluznantes efectos de sonido que nos hacen pensar que sí estamos metidos en el mismísimo infierno. Lamentablemente, incluso con el parche 1.01 instalado (de más de 6 GB de peso en PlayStation 4) seguimos encontrando todo tipo de errores técnicos como los que hemos descrito al comienzo de estas líneas, siendo sin duda una de las peores noticias para el videojuego de Madmind Studio.

Joel Castillo

Análisis de Agony - Un viaje infernal

Análisis de Agony - Un viaje infernal

Jugabilidad: En ocasiones torpe, en otras excesivamente exigente. Moverse por los oscuros escenarios de Agony no siempre es sencillo y más cuando sabes que los enemigos pueden detectarte de formas bastante impredecibles. Queda la inevitable sensación de que incluso la mecánica de poseer cuerpos ha sido desaprovechada.

Gráficos: Aunque estamos ante un videojuego poderoso en su ambientación y diseño artístico, gráficamente Agony se delata pronto como una obra de poco presupuesto. Ni los modelados ni las texturas están a buen nivel, pero lo peor de todo es encontrarnos con bugs, crasheos y el inesperado efecto de screen tearing, que resulta indescriptiblemente molesto.

Sonido: Probablemente lo mejor de todo Agony. Contamos con un buen doblaje al inglés y con textos en castellano (por la fuente elegida, eso sí, a veces cuesta leer algunas palabras), así como con una banda sonora y unos efectos de sonido asfixiantes y muy adecuados para la infernal ambientación del videojuego.

Duración: Los diferentes coleccionables y objetivos amplían la duración de una aventura que puede alcanzar decena de horas, sobre todo si optas por los niveles de dificultad más elevados y por eliminar toda ayuda existente.

Historia: La premisa inicial es intrigante e invita a seguir avanzando, pero pronto la historia se diluye para dar importancia únicamente a lo jugable, especialmente a la mecánica de invadir cuerpos y evitar los enfrentamientos contra demonios.

Conclusión: Agony era uno de los videojuegos de terror más esperados de los últimos tiempos y es inevitable tener la sensación de que casi todo lo que podía salir mal lo ha hecho. Los evidentes problemas técnicos son solo la punta del iceberg, pues bajo la superficie se esconde una jugabilidad tosca e imprecisa, una inteligencia artificial enemiga sorprendentemente exigente y, a la postre, una experiencia de juego frustrante. Los efectos de sonido y el adecuado doblaje sirven como único bálsamo a un videojuego que flaquea en todo lo demás y que da la sensación de poder haber sido mucho más pulido.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!