Análisis de Sniper: Ghost Warrior Contracts 2 - Objetivo eliminado

Analizamos Sniper: Ghost Warrior Contracts 2 en su versión de PS4.

Análisis de Sniper: Ghost Warrior Contracts 2 - Objetivo eliminado

Se lleva mucho lo del Battle Royale en los shooters. Incluso lo de los shooter de asalto. Sin embargo, hay un tipo de shooter que cada vez tiene menos mercado, a pesar de ser un clásico de lo más especial y divertido. Sí, hablamos de los shooter de sigilo, esos videojuegos en los que tendremos que neutralizar a decenas de enemigos en cada misión tratando de evitar la alarma enemiga. Por suerte quedan juegos así, títulos buenos y, además, muy divertidos. En esta ocasión, venimos a analizar Sniper: Ghost Warrior Contracts 2, un videojuego que, al igual que su precuela, nos permite someter a nuestros objetivos con una precisión milimétrica.

Sniper: Ghost Warrior Contracts 2

Sniper: Ghost Warrior Contracts 2

Sniper: Ghost Warrior Contracts 2

Empecemos por el juego en sí. Sniper: Ghost Warrior Contracts 2 es la secuela directa de su homónimo, un título que salió al mercado en noviembre de 2019 con una premisa bastante similar. De hecho, exceptuando la historia y los escenarios, estamos ante un videojuego continuista que opta por no hacer demasiados cambios, más allá de lo que hemos dicho, o la variedad de armamento. Por parte de este nuevo título, ya lo tenemos disponible en PC, PS4, PS5, Xbox Series X y Xbox One.

Misiones con contratos múltiples

Estamos ante un juego que, en una dificultad intermedia, no implica más de 15 horas pasarse la historia. Pero ojo, en este título importa mucho la destreza que tengamos y la dificultad que escojamos, ya que la experiencia cambia muchísimo entre unas configuraciones y otras. A lo largo de seis misiones, la primera de ellas de adiestramiento, tendremos que realizar diferentes encargos de asesinato y sabotaje para forzar la caída de una dictadura hermética.

Mientras que en la primera misión aprendemos a usar el francotirador y el resto de objetos y herramientas, en las cinco siguientes entraremos en tierras hostiles. Cada misión contará con distintos objetivos, algo que aporta variedad tanto a cada escenario como a cada objetivo. En ocasiones nos tocará asesinar a un traficante de armas a más de 1.200 metros de distancia. Otras veces, sin embargo, tendremos que inutilizar antenas de comunicación, sabotear un ordenador central, e incluso insertar virus en sistemas informáticos.

Tal y como hemos mencionado antes, la dificultad en este juego condiciona la experiencia. Existen cuatro modos, que podríamos catalogar en fácil, normal, difícil y extremo. Jugando en normal, el juego nos da ciertas ayudas que nos facilitan el trabajo, como una predicción del punto de impacto según la distancia y el viento. En el nivel extremo, sin embargo, no hay ayuda que valga, y tendremos que valernos exclusivamente de nuestro instinto para acertar un disparo a más de un kilómetro. Y si fallamos y activamos las alarmas, ya podemos escondernos bien para que los morteros enemigos no nos hagan puré cuando detecten nuestro nido.

Sniper Ghost Warrior Contracts 2

Un aspecto muy interesante de Sniper: Ghost Warrior Contracts 2, es que, aunque completemos una misión, existen buenos incentivos para rejugar niveles. Por ejemplo, encontramos distintos premios opcionales sobre cómo asesinar a ciertos objetivos, dándonos una mayor recompensa si lo matamos de un modo específico, como una explosión, o sin levantar las alarmas, entre muchas otras cosas. La recompensa económica, después, nos permitirá comprar armas nuevas para nuestro arsenal, o implementar mejoras en el armamento que ya tenemos.

Donde pone el ojo, pone la bala

Como es lógico, cualquier shooter que se precie cuenta con un amplio arsenal a nuestra disposición. En el caso de Sniper: Ghost Warrior Contracts 2, podemos seleccionar un considerable abanico de armas y objetos tácticos que harán que nuestras misiones se resuelvan con menos contratiempos. Eso sí, debemos tener dinero ahorrado de las recompensas de las misiones para comprar a nuestras anchas. Contamos con una selección que sigue el siguiente esquema:

  • Arma primaria. Como es lógico en este título, en esta parte tendremos una selección de rifles de francotirador que varían en rango, daño, ruido y balas especiales. Según la misión que tengamos, optaremos por un rifle pesado para atacar a objetivos que estén a más de un kilómetro de distancia, o nos quedaremos con uno ligero y silencioso que nos ayude a no ser detectados a distancias de 100 o 200 metros.
  • Arma secundaria. Aquí es donde encontramos la mayor variedad. Tenemos múltiples opciones para este espacio, desde metralletas, rifles de asalto, hasta un silencioso arco. Cada arma cuenta con sus características, pero la que más nos ha hecho disfrutar, entre las secundarias, es el arco. Poder aplicar el sigilo máximo a nuestra caza, más la posibilidad que nos dan las flechas explosivas y de gas, multiplican las opciones para neutralizar enemigos y maquinaria.
  • Arma de mano. Generalmente son pistolas de menor o mayor calibre. Si seleccionamos las más letales, nuestro sigilo será mínimo aunque neutralizaremos a los enemigos más fácilmente. Si seleccionamos una pistola silenciosa, será muy difícil que nos detecten, pero tendremos que apuntar a la cabeza de nuestro enemigo si no queremos vaciar medio cargador para asesinarlo. De todos modos, si hacemos las cosas correctamente, no usaremos demasiado la pistola.
  • Arrojadizas y otros objetos. Serán armas y objetos que nos pueden ser útiles en ciertos momentos de cada misión. Contamos con elementos clásicos como granadas de fragmentación, botiquines, minas antipersona, explosivos C4 o granadas de humo, pero también disponemos de torretas semi automáticas o un dron de reconocimiento que controlaremos de manera remota.

Arsenal de Raven

Junto a esto, contaremos también con un árbol de habilidades que nos permitirá mejorar multitud de aspectos. Podremos ampliar nuestras habilidades de reconocimiento, implementar nuevas funcionalidades a objetos como el dron o la torreta, e incluso potenciar nuestra capacidad de sigilo. Estas habilidades podremos desbloquearlas con los diferentes puntos de habilidad que lograremos mientras cumplimos objetivos en el juego.

Por cierto, el uso de los prismáticos merece mención. Será nuestra herramienta más importante durante todas las partidas, ya que la precisión de este instrumento nos permitirá fijar a todos nuestros enemigos y saber a qué distancia se encuentran para ajustar adecuadamente la mira de nuestro francotirador. Con paciencia y mucha atención, los prismáticos se vuelven imprescindibles.

Diseño de mapas sólido, pero un rendimiento irregular

En cuanto a diseño se refiere, podemos decir que el trabajo realizado en los mapas y escenarios es muy destacable. En cada una de las misiones contamos con un mapa diferente, y como se trata de un shooter de mundo abierto, nos podremos mover por él con bastante libertad. La sensación de adentrarte en una zona nueva para después aparecer de nuevo en un terreno familiar es siempre de lo más gratificante.

Paisajes muy fotorrealistas

Los gráficos tampoco desmerecen nada en Sniper: Ghost Warrior Contracts 2. Cada uno de los mapas está cuidado al detalle, los soldados enemigos son identificables en un simple golpe de vista, y la violencia está bastante bien ejecutada. Quizá pueda hacerse repetitiva la animación de los cráneos estallando tras un disparo certero en la cabeza, pero la violencia gratuita es siempre violencia gratuita.

Sin embargo, hay un par de cosas que empañan un poco la excelente experiencia. El primero de ellos es el rendimiento. En momentos puntuales podemos ver bajadas importantes de frames en nuestras pantallas, aunque no son demasiado frecuentes y la mayoría de veces sucede en las cinemáticas de disparo. El segundo problema es la inteligencia de la IA, ya que a veces resulta desconcertante su modo de actuar.

En una ocasión, un soldado pesado nos venció a bocajarro porque se había quedado en su sitio durante una alarma, en vez de abalanzarse al ataque. Cuando vencimos a todos y nos disponemos a avanzar, nos lo encontramos de bruces descansando, y lógicamente nos abate tras vernos. Podría ser una estrategia de mente estelar para darnos caza, pero la realidad es que se siente como un fallo de la IA que no reaccionó a la alarma.

Un shooter de sigilo clásico y adictivo

Cinemática de disparo a la cabeza

Sniper: Ghost Warrior Contracts 2 es un videojuego que le encantará a los veteranos de los shooters de sigilo. No sigue fórmulas modernas ni tiene intención de hacerlo. Se trata de un videojuego de nicho por este factor, ya que poco tiene que ver esto con los battle royale y los shooter de asalto que predominan hoy en día. Sin embargo, a pesar de ello, este juego tiene muchas armas para seducir a cualquiera y que salga de su zona de confort. La paciencia, la observación de los patrones de movimiento de nuestros enemigos, y la neutralización de cada uno de ellos sin despertar sospechas son elementos muy bien llevados en este título.

Sniper: Ghost Warrior Contracts 2

Sniper: Ghost Warrior Contracts 2

Sniper: Ghost Warrior Contracts 2

Ser un francotirador implica que estás solo. Nadie nos ayudará, por lo que, ante la desventaja numérica, nuestra mejor opción será siempre el sigilo. En los niveles más fáciles puede ser viable disparar en modo berserker, pero igualmente, con un equipamiento pensado para ser invisibles, no tendremos las de ganar muchas veces. Por ese motivo, la sensación de aguantar la respiración y disparar a un objetivo a gran distancia, con el riesgo de alertar a decenas de enemigos si yerramos el tiro, es verdaderamente inmersiva. Podremos pasar toda una tarde vagando por el escenario de una misión mientras vamos cumpliendo los contratos con sigilo y paciencia.

75Sobre 100

Este dispositivo ha sido analizado de forma independiente gracias a una cesión por parte de la marca. El artículo contiene enlaces de compra por los que Alfa Beta Juega podría percibir una comisión. Únete al canal de chollos de Alfa Beta Juega para enterarte de las mejores ofertas antes que nadie.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!