Análisis de GRID - Una grata sorpresa para los amantes de la conducción

Análisis de GRID - Una grata sorpresa para los amantes de la conducción

La franquicia GRID tomó el testigo de TOCA hace más de una década y poco a poco se ha ido afianzando con la intención de plantar cara a los pesos pesados de una vertiente del género en la que no solo hay muchos títulos; también hay algunos de los mejores videojuegos de conducción de los últimos años. Y lo ha logrado gracias a esa mezcla entre arcade y simulación que tanto disfrutan todos aquellos que buscan ponerse al volante de los mejores automóviles del planeta, pero sin demasiadas complicaciones más allá de jugársela arriesgando al límite en cada curva.

La experiencia GRID definitiva

Cada coche tiene su propio ADN a la hora de conducirlo, ya lo aseguró Fernando Alonso hace apenas unos días durante el evento de presentación del título. Y eso es exactamente lo que Codemasters ha tratado de conseguir en GRID: que la experiencia a bordo de cada coche sea completamente diferente. Muscle, GT, clásicos, monoplazas... Diferentes categorías, por no hablar de las características exclusivas que podemos encontrar en cada fabricante y modelo. Un generoso catálogo de «juguetes» reales y perfectamente recreados tanto a nivel estético, como técnico.

Lo mismo sucede con los circuitos en los que podemos demostrar nuestras habilidades al volante, ya que contamos con aproximadamente 80 tramos diferentes, repartidos en distintas disciplinas como pistas urbanas, secciones diseñadas para contrarrelojes, circuitos ovalados al más puro estilo Indianápolis... Variedad y calidad en un título que además cuenta con variantes climatológicos que modifican la manera en la que conducimos y aportan un matiz diferente a cada carrera en función de las circunstancias. GRID es un juego de carreras muy completo que no ha querido dejar fuera a nadie gracias a la inclusión de todo tipo de trazados, vehículos y condicionantes.

GRID

Realista, pero no mucho

A diferencia de lo visto en otros títulos de Codemasters como F1 2019 o DiRT Rally 2.0, GRID solo se acoge al realismo en pequeñas dosis y contonea constantemente con un tono más arcade similar a lo que podemos encontrar en nombres propios como Project Gotham Racing o Driveclub, entre otros. El hecho de que cada coche sea distinto y no podamos ir a lo loco si no queremos tirar por la borda la victoria no elimina el toque de simulación que nos obliga a frenar con cuidado y calcular bien la trazada de cada curva.

El control del juego con mando es muy satisfactorio y elementos como el rebufo, la apertura en cada curva o tomar la decisión correcta a la hora de adelantar a un adversario teniendo cuidado de no impactar con otros mantienen a flote la sensación de realismo en un título que no es demasiado exigente y en el que cualquier jugador es capaz de sentirse como pez en el agua al cabo de un par de horas. Probablemente, GRID es lo que Codemasters necesitaba para ofrecer algo diferente a lo que durante los últimos años nos tiene acostumbrados.

GRID

Probablemente, uno de los elementos más interesantes del juego se encuentra en el comportamiento de los rivales, un aspecto en el que destaca el sistema Némesis. Para empezar, hay que destacar que son más de 400 los pilotos que han puesto sus dotes al volante a la recreación de la inteligencia artificial, dando lugar a que disputemos carreras contra adversarios especializados en distintas disciplinas sobre la pista: adelantamientos, toma de decisiones, rebufo... No hay dos pilotos iguales y la suerte determina si nos jugamos la última vuelta ante un competidor más o menos agresivo.

Por su parte, el sistema Némesis es lo que se encarga de que no existan dos carreras iguales. ¿Cómo funciona? Imaginad que adelantáis un par de veces a un mismo rival y éste se «pica». A partir de ese momento, su nombre pasará a lucir un tono rojo que le distingue de los demás competidores y su mentalidad cambiará drásticamente hasta decidir que nosotros somos el objetivo. Es entonces cuando dicho rival será extremadamente agresivo y tratará de ir a por nosotros en cada curva. Algo similar a ese partido de fútbol en el que os hacen un regate que no sienta demasiado bien y decidimos «cogerle la matrícula por lo que pueda pasar en la siguiente jugada...». De nuevo, este añadido hace de GRID una experiencia imprevisible.

Aunque el juego cuenta con carreras en línea para hasta 16 jugadores, el principal atractivo se encuentra en el modo historia para un jugador, que proponer abordar un centenar de retos que se dividen en diferentes disciplinas y series de hasta cinco carreras por campeonato. Cada desafío nos exige adquirir un coche que cumpla las reglas de la competición, algo que podemos hacer gracias al dinero que cosechamos con nuestras victorias sobre la pista. Coches que, además, podemos personalizar a nuestro gusto con diversos tonos de pintura, vinilos y otros aspectos. El garaje es otro de los atractivos de GRID, ya que todos los vehículos son reales y están muy bien recreados.

GRID

Codemasters: Racing Ahead

El regreso de GRID es un auténtico soplo de aire fresco tanto para la propia franquicia, como para cualquier jugador amante del automovilismo. El compromiso con el jugador en solitario —sin renunciar al multijugador— se ve plasmada en un título muy generoso en contenido. El equilibrio entre el realismo y el tono más desenfadado es perfecto y la cantidad de pruebas que trae consigo —en torno a un centenar— aseguran muchas horas de diversión sobre la pista. Una nueva muestra del fantástico estado de salud que atraviesa Codemasters, ya que el estudio británico se atreve con todas las facetas de la competición al volante: ONRUSH, F1 2019, DiRT Rally 2.0... El equipo que está de dulce y GRID es su último triunfo sobre el asfalto. Disponible en PlayStation 4, Xbox, Pc y próximamente Google Stadia.

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