Análisis de MotoGP 19 - Forjando una leyenda sobre la pista

Análisis de MotoGP 19 - Forjando una leyenda sobre la pista

Un año más, el estudio italiano Milestone presenta sus cartas para hacerse con el trono del motociclismo virtual. Comienza un nuevo Mundial de MotoGP y llega una nueva entrega que apuesta por lo seguro: hacer lo que mejor sabe sin intentar ninguna revolución, aunque con mejores palpables que experimentarán, sin duda, todos los amantes de un deporte tan exigente, que cuenta con gran afluencia en nuestro país. La insistencia en mejorar las cotas de realismo ha dado lugar al reciente MotoGP 19, una de las mejores entregas de la historia de la franquicia.

Desde lo más bajo

El modo carrera es, un año más, el plato fuerte del menú. Y es que, durante el último lustro, los videojuegos deportivos se esfuerzan en ofrecernos una experiencia en la que no solo corremos en la pista; también forjamos nuestra leyenda, intervenimos en decisiones mecánicas y comenzamos desde lo más bajo, con la intención de protagonizar un ascenso al estilo de los mejores pilotos de la historia, como Marc Márquez o Valentino Rossi, entre otros. En el modo carrera podemos seleccionar nuestra categoría favorita como punto de partida, aunque si lo que buscamos es un auténtico desafío —solo apto para experimentados en la saga— lo más interesante es apostar por la Red Bull Rookies Cup y, a partir de ahí, comprobar si somos capaces de ascender y pasar por Moto3, Moto2... hasta llegar a la máxima competición mundial como es MotoGP.

Otra opción es seleccionar la distinción PRO justo antes de iniciar nuestra historia, aunque eso supone jugar de una manera absoluta realista y no es recomendable salvo para los jugadores más hábiles a los que no se les resiste un solo desafío. En cualquier caso, el principal atractivo del modo carrera es lo completo que resulta, ya que las victorias, como bien sabe cualquier aficionado a este deporte, comienzan a trabajarse mucho antes de la disputa final que tiene lugar el domingo. Entrenamientos libres, fases clasificatorias, personalización de la moto y sus aspectos técnicos, toma de decisiones en función del clima... Se podría decir eso de que un gran piloto no solo es el mejor en la pista; es el mejor las 24 horas del día.

MotoGP 19: imagen capturada por la redacción de Alfa Beta Juega

Eso sí, las configuraciones técnicas y su incidencia en el asfalto, así como al desarrollo de I+D, se sitúa algo lejos de lo que Codemasters fue capaz de ofrecernos en el pasado F1 2018. Son elementos que están bien y modifican algunos aspectos clave, pero no son realmente profundos ni están llamados a modificar la delgada línea que separa victoria y fracaso. Al menos, en el caso de que optemos por una dificultad rival elevada, sí que hay decisiones que pueden determinar nuestras posibilidades a la hora de disputar el tú a tú sobre la pista. En resumidas cuentas, solo los más experimentados que apuesten por el modo «hardcore» llegarán a sentir el poder de sus decisiones, pero, en líneas generales, hay que decir que el progreso y desarrollo del modo carrera se siente un tanto simple y superficial.

Rejugable, aunque sin abusar

MotoGP 19 prolonga su vida útil gracias a los desafíos y al modo multijugador. Los primeros resultan muy interesantes y harán las delicias de los amantes del motociclismo, ya que nos proponen encarnar a míticos pilotos en situaciones que casi todos recordaremos de por vida. Un piloto, una pista emblemática y un reto por cumplir, con eso basta para que el juego nos transmita la sensación de ser Valentino por un día. Esta serie de pruebas nos permiten disfrutar de alguna que otra categoría inédita como la MotoE (motos eléctricas). Además, huelga decir que estos desafíos nos ponen en la piel de nombres propios como Valentino Rossi o Dani Pedrosa, entre otros.

En cuanto a la modalidad multijugador no encontramos demasiados alardes. Podemos jugar junto a once amigos —o desconocidos— en carreras y campeonatos personalizados. Las funcionalidades son estables y no se han percibido problemas de conexión ni errores de ningún tipo. En este sentido, no habría estado de más algún modo de competición a largo plazo, pero, asimismo, la realidad es que el multijugador es funcional y cumple perfectamente con el cometido de invitarnos a disputar una carrera en compañía y demostrar nuestra valía.

MotoGP 19: imagen capturada por la redacción de Alfa Beta Juega

MotoGP 19 no es un título que presente cantidades ingentes de contenido, sino que, un año más, prefiere ir a lo seguro y centrarse en su público. El modo carrera y los desafíos históricos se complementan con las partidas personalizadas y las carreras multijugador para dar lugar a un conjunto relativamente variado y rejugable, aunque solo destinado a los amantes de este deporte que disfrutan de cada curva como si fuera la última.

Cada curva es un desafío

A diferencia de lo que podemos encontrar en otras propuestas del género como Forza Motorsport, F1 o Project Cars, MotoGP 19 no ofrece un modo que podamos definir como fácil. Y es que, incluso reduciendo la dificultad rival a niveles mínimos o evitando las penalizaciones, el manejo de una moto es el que es y el menor despiste en una curva sencilla puede mandarnos al final de la cola. En este sentido, el juego se siente muy realista y nos deja claro desde el primer momento las nociones básicas que cualquiera que se haya subido a una moto de gran cilindrada conoce: nada de apretar el puño mientras se atraviesa una curva y nada de frenar como si no hubiera mañana como recurso de "salvación" cuando ya hemos errado en la manera de encarar un giro muy pronunciado.

MotoGP 19: imagen capturada por la redacción de Alfa Beta Juega

En lo que Milestone sí ha mejorado es en las físicas y la sensación de contacto con el asfalto, ya que las sensaciones a los gatillos del mando a la hora de frenar y acelerar son muy gratificantes y en todo momento sentimos lo bien o lo mal que lo estamos haciendo. Apretar el máximo el acelerador no sirve de nada salvo que estemos en una larga recta; es necesario dosificar cada movimiento con suavidad y en el momento justo, como si de un embrague se tratara. Para dar lugar a una experiencia así, los italianos han depurado mucho el sistema de control, haciendo de algo exigente una experiencia muy suave y milimétrica, que exige al jugador medir la sensibilidad de cada pulsación a sus mandos.

En definitiva: solo apto para pilotos

MotoGP 19 es un buen título y Milestone tiene algo muy claro: el juego está pensado para un sector muy concreto. Solo un aficionado al motociclismo será capaz de percibir las mejores en manejo y físicas y muy difícilmente alguien que no gusta del género será capaz de adaptarse a las cotas de exigencia de cada carrera, cada curva y cada adelantamiento. Como pega, lo cierto es que no habría estado de más un modo carrera con una mayor profundidad en lo que al desarrollo técnico de la moto se refiere. Por lo demás, no hay mucho que decir, ya que estamos ante un título que a buen seguro convencerá a los que viven con pasión cada fin de semana del Mundial de MotoGP. Una apuesta segura sin grandes revoluciones.

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