Análisis de Final Fantasy VII en Nintendo Switch - Renace una leyenda

Análisis de Final Fantasy VII en Nintendo Switch - Renace una leyenda

No cabe duda de que Final Fantasy VII es uno de los títulos más exitosos de toda la historia. El séptimo título de la serie liderada por Hironobu Sakaguchi consiguió trascender a su tiempo, siendo uno de los primeros videojuegos en apostar por las tres dimensiones, dejando atrás lo visto en sus seis anteriores entregas. Con ello y gracias al carisma de uno de los mejore planteles de personajes, Squaresoft consiguió remontar el vuelo para llevar a la gloria a su serie fetiche, con un episodio que a día de hoy se sigue recordando con un enorme cariño. Y es que, aunque los años pasen y estemos acostumbrados a grandes superproducciones, echar la vista atrás para volver a visitar Midgar sigue siendo una delicia.

Un soldado con una avalancha de sensaciones

Poco hay sobre Final Fantasy VII que no se haya contando ya a estas alturas, con un título que dispone de más de 20 años de existencia y que ha dado la vuelta al mundo, alcanzando incluso confines que parecían imposibles. La historia de Cloud, uniéndose al grupo AVALANCHA, para intentar desbaratar los planes de la Organización Shinra. La dulzura de Aeris, una florista que busca aventuras sin ser consciente de su gran relevancia como la última de los Ancianos o el amor incondicional de un guerrera como Tifa se unen para dar paso a una de las historias más apasionantes que ha regalado un videojuego.

Aunque es en la jugabilidad donde Final Fantasy VII asentó sus bases principales, la línea argumental con giros dramáticos al más puro estilo de un Final Fantasy consiguieron crear un conjunto soberbio para el disfrute de todos los seguidores de la serie y de los que no lo eran hasta ese momento. Su llegada a Nintendo Switch es el cierre del círculo perfecto de la ironía en la que se adentró el título, siendo exclusivo de PlayStation por los problemas que surgieron entre Squaresoft y la propia Nintendo. El aterrizaje en la híbrida es una delicia, pero también cuenta con sus pequeñas sombras.

Leyenda intacta, mejoras insuficientes

cloud final fantasy vii original

Evidentemente, no se podría esperar una auténtica revolución en la llegada de Final Fantasy VII a Nintendo Switch y Xbox One. No obstante, también es una completa evidencia que el tiempo pasa para todos, incluso para las grandes leyendas, como es esta entrega. Y sí, hay que decir que el séptimo episodio de la serie ha envejecido igual de mal que lo que cabría esperar de un videojuego de los noventa, al menos en lo que a materia gráfica se refiere. Es cierto que cuenta con texturas prerenderizadas que consiguen aportar un tono algo distinto y más lúcido al título, pero las texturas de los personajes siguen siendo un despropósito.

Sí, no se le puede pedir a la remasterización que cambie por completo los diseños de los personajes, especialmente fuera de las batallas, para eso ya estará el remake que prepara Square Enix. Sin embargo, choca mucho ver a Cloud, Barret, Aeris, Tifa y compañía con un aspecto tan destartalado en los tiempos que corren. Además, contrastan en exceso con lo que se puede ver en los escenarios con esas nuevas texturas. Algo que, como comentaba, en las batallas se produce de un modo mucho más natural, con modelos mucho más cuidados y detallados que hacen justicia a los pequeños arreglos que ha sufrido el título en aspecto gráfico. Aunque, por supuesto, la esencia principal se mantiene intacta.

El contraste de una jugabilidad magnífica con una traducción que ya es un meme

combate en final fantasy vii

Ya en su época Final Fantasy VII consiguió hacer cosas realmente bien y otras rematadamente mal. La jugabilidad es una de las más dinámicas, frescas y adaptables de toda la historia de los JRPG; de hecho, la simpleza del sistema de materias consiguió que muchos jugadores reacios al género se acercaran a comprobar qué tenía que mostrar la aventura protagonizada por Cloud. El traslado de todo este sistema de combate, así como sus minijuegos, a Nintendo Switch es sensacional. Resulta realmente cómodo disfrutar del título en la híbrida, especialmente cuando al alcance se pone el aumento de velocidad para facilitar las tareas de farmeo o la interminables cinemáticas con texto. Esto puede realizarse pulsando el stick izquierdo de los Joy-Con.

En materia jugable, no se modifica un ápice la propuesta, aunque también hay errores que parecen difíciles de comprender. En ciertas ocasiones aparece una pantalla en negro que permanece durante algunos molestos segundos en pantalla mientras se realiza una transición de cinemática a gameplay. Se puede reducir con la opción de acelerar mencionada anteriormente, pero resulta difícil de creer que un fallo que ya se solventó en la versión de PC se reproduzca ahora en Nintendo Switch y Xbox One. Por no mencionar lo lamentable de la traducción, que sigue repitiendo sus flagrantes errores que provocan una mueca a la hora de comprobar lo mal que está realizado. Por supuesto, no se puede culpar de esto a la localización al español actual, pero no le habría sentado mal contar con la opción de añadir una traducción más adecuada para una joya como esta.

Un nuevo viaje junto al clásico entre los clásicos

final fantasy vii aeris

Con todo lo comentado, la experiencia de Final Fantasy VII en Nintendo Switch es más que satisfactoria. Su traslado a la híbrida permite realizar un nuevo viaje -que además puede ser completamente textual- para revisitar un clásico que se ha convertido en una leyenda mayor con el paso de los años. Mientras se espera el ansiado remake que se prepara en las oficinas de Square Enix y del que no se tiene constancia de su posible llegada, es la ocasión perfecta para probar un aperitivo de cara a lo que espera en el futuro. La esencia de siempre con la posibilidad de jugarlo cómo quieras, cuándo quieras y dónde quieras. No se puede pedir nada más.

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