Análisis de Little Nightmares: La Residencia – La pesadilla más oscura

Análisis de Little Nightmares: La Residencia – La pesadilla más oscura

Little Nightmares se convirtió en una de las grandes sorpresas de 2017. La gran obra independiente de Tarsier Studio consiguió captar la atención de gran parte de la industria por un soberbio diseño que recuerda a las obras de Tim Burton, pero con una identidad propia que ha conseguido calar muy hondo. Todo ello sustentado en una jugabilidad plataformera y conformada por elaborado puzles y tintes de terror que conformar una combinación de lo más atractiva.

Análisis de Little Nightmares: La Residencia – La pesadilla más oscura

Gracias a este éxito, Tarsier y Bandai Namco decidieron darle continuidad a Little Nightmares con la expansión El Secreto de las Fauces, conformada por tres DLCs protagonizados por Runaway Kid, uno de los niños presos junto a Six en Las Fauces y que pretende escapar de todos sus peligros. Aunque la propuesta es continuista, cada uno de los episodios ha contado con sus características propias que convertían la jugabilidad en algo novedoso y atractivo sin caer en el error de la repetición constante. A este respecto, La Residencia, su último DLC hasta la fecha y que pone fin a la primera aventura es el más completo y terrorífico, poniendo la guinda a un pastel delicioso que nos ha embriagado durante los últimos meses con su aroma.

Cabe destacar que La Residencia, más allá de terminar con la historia de Runaway Kid, también ayuda a entender algunos cabos sueltos que quedaron en Little Nightmares durante el viaje de Six, por lo que es un contenido imprescindible para todos aquellos que se quedaron con dudas al disfrutar de la propuesta original.

Análisis de Little Nightmares: La Residencia – La pesadilla más oscura

Análisis de Little Nightmares: La Residencia – La pesadilla más oscura

Como viene siendo habitual en los DLCs de Little Nightmares, la propuesta no se extiende mucho y se basa principalmente en un puzle central con sus pequeños rompecabezas entre medias para obligar al jugador a pensar durante todo el proceso en el que explora el nuevo contenido. Con La Residencia no iba a ser menos, y es que el hogar de la temible Dama requiere de ingenio para ser superado. Y un ingenio algo superior a lo que se había visto hasta el momento, ya que los puzles son los más elaborados y, en cierta medida, complejos que se hayan presenciado el El Secreto de las Fauces.

El puzle central se basa en conseguir diferentes estatuas para dar acceso al área final donde espera la Dama para poner fin a esta línea argumental y descubrir el gran secreto del juego, pero la tarea no es nada fácil. Entretanto, hay que saber jugar con todos los elementos para encontrar dichas figuras y, después, para transportarlas hasta el lugar en el que deben ser colocadas. Todo ello con la suma de una tensión que no se experimentaba desde el propio Little Nightmares con la joven Six y esa sensación de mal rollo constante que aporta el ambiente, mucho más tétrico y oscuro que en episodios anteriores.

Análisis de Little Nightmares: La Residencia – La pesadilla más oscura

De este modo, los pequeños puzles encerrados dentro del enigma central son realmente ingeniosos y originales, rompiendo con la tónica habitual. En el primero de ellos hay que jugar con las luces de un gran astrolabio para conseguir abrir la puerta que da acceso a las primeras de las estatuas. Más tarde hay que color diferentes libros en los estantes correctos para conseguir activar el mecanismo pertinente (esto recuerda mucho a la biblioteca de Bastión Hueco de Kingdom Hearts, por lo que es posible que se trate de un puzle a modo de easter egg). Para finalizar, hay que vencer a diferentes enemigos que, sin duda, han sido los más complicados de todo el juego en su conjunto. Se tratan de niños sombra enviados por la Dama, a los que solo se puede vencer mediante un contacto directo y constante con la luz de la linterna que porta Runaway Kid. La dificultad radica en lo rápidos y escurridizos que son, pudiendo poner en serios problemas el nivel, por no hablar del torpe manejo de dicha linterna, que puede llegar a ser exasperante.

Por el resto, La Residencia es muy continuista en cuanto al estilo y la dinámica, lo cual es un absoluta acierto. Además, el final de la historia de Runaway Kid consigue conectar de una vez por todos los cabos sueltos que dejaba el viaje de Six. Aunque su enlace con la propuesta de la chica de la capucha amarilla es realmente desgarrador y macabro, dando como resultado una de las sorpresas más increíbles de su argumento y poniendo el broche de oro a un enorme juego protagonizado por pequeños héroes.

Juan Montes

Análisis de Little Nightmares: La Residencia – La pesadilla más oscura

Análisis de Little Nightmares: La Residencia – La pesadilla más oscura

Jugabilidad: Simplemente fantástica. La evolución que ha tenido Little Nightmares desde su aparición hasta su conclusión ha sido estupenda, dando pequeñas pinceladas a lo que era la propuesta original y añadiendo elementos que sorprenden y aportan la frescura necesaria para crear algo diferente y mantener la esencia que encandiló en un principio. Puzles elaborados, ingeniosos y un dinamismo terrorífico y abrumador. Brillante.

Duración: Posiblemente el aspecto que más hay que lamentar de La Residencia, ya que como es habitual en los contenidos adicionales de Little Nightmares, su duración se limita a una hora escasa, lo que deja con ganas de más, teniendo en cuenta lo soberbio que es este capítulo de cierre.

Gráficos: El estilo de Little Nightmares es especial y ha quedado muy marcado, por lo que es una de sus señas de identidad más claras. En este nuevo episodio no se modifica mucho, aunque el entorno sí que es mucho más oscuro y aterrador, lo que provoca que en más de una ocasión se sienta un cosquilleo en el estómago ante lo que puede surgir de cualquier escondrijo, especialmente en las zonas en las que aparecen los nuevos enemigos.

Sonido: Otro de los elementos fundamentales para poder disfrutar de La Residencia, así como del resto del contenido de Little Nightmares. La música aporta la tensión necesaria en este tipo de videojuegos y lo convierte en algo mucho más tétrico apoyándose en el entorno.

Análisis de Little Nightmares: La Residencia – La pesadilla más oscura

Conclusión:

En definitiva, La Residencia es la punta de lanza de un título fantástico que aporta cosas muy diferentes en la industria actual del videojuego. El final de la primera aventura de Little Nightmares es soberbio en todos sus aspectos y solo provoca más ganas de seguir jugando para conocer qué puede nacer de la mente de Tarsier Studio para continuar con esta magnífica historia. Todavía no hay secuela confirmada, pero tras el gran recibimiento que ha contado el título desde luego que no es descartable. Imprescindible para todo aquel que aún no lo haya catado.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!