AlfaBetaRETRO: Little Samson - Los cuatro fantásticos
Taito puso otro broche de oro en la NES con un desarrollo que realmente no era suyo, aunque sí editó. Little Samson es obra del estudio Takeru, y llega con la lección bien aprendida. Para entonces ya estaba claro que los juegos de plataformas y acción calaban maravillosamente entre el público, como un cuchillo en la mantequilla. La propia Taito sabía de las bondades del género, pero además, Sunsoft o Hudson habían tomado buena nota y perfeccionado sus mecánicas. Por ello, la filosofía de Takeru fue no tocar aquello que no está roto y dejar los experimentos para la gaseosa. En su lugar, podían hacer un juego de plataformas que destacara entre el resto de juegos de plataformas pero usando herramientas ya familiares.
No es una gesta pequeña cuando ya hay camino recorrido con muchos y muy buenos exponentes. En estos casos es fácil caer en lo genérico por querer amarrar y asegurar un título que pueda entretener y no se gane el desdén de la crítica y jugadores. Pero aunque pareciera que en un género que llevaba dando que hablar desde 1985 con Super Mario Bros. estaba todo el pescado vendido, siempre hay pequeñas sendas que se pueden explorar con algo de creatividad. Y otras, eso sí, con ciertos homenajes.
Little Samson es un cartucho de 1992, 1993 para el jugador europeo, que hoy figura como uno de los juegos más infravalorados del catálogo de NES. Y eso, como sabrás, es decir mucho. Pues no solo tiene argumentos para ello sino que además los usa maravillosamente.
Little Samson nos cuenta su argumento en una secuencia de introducción, y así sigue siendo a lo largo del juego, sin palabra alguna. La narrativa visual nos informa, si es que no hemos leido las instrucciones, de que un malvado señor de la oscuridad ha regresado de su confinamiento después de una tormenta y vuelve a hacer de las suyas. El rey de la región intenta hacerle frente, pero sus tropas no son rival. Por ello, envía cuatro palomas mensajeras con sendos mensajes en busca de un cuarteto de héroes, cada uno con diferentes aptitudes, que puedan hacerle frente.
Uno de los pocos aspectos en los que Little Samson se permite salirse de la norma es en la narrativa de este juego. Como ya hemos dicho, el cartucho narra una historia prescindiendo de las palabras por completo, solo con secuencias animadas con el propio motor del juego que nos ponen en antecedentes de la historia. Y sin embargo, esto funciona a la perfección, solamente con lenguaje visual y con una comprensión básica. Así veremos que lo primero es reunir a los cuatro héroes con un emisario real después de que, cada uno por su lado, atraviese la zona en la que se encuentra. Estos niveles preliminares, recorridos en el orden que más rabia nos dé, son una suerte de tutorial en donde podremos experimentar las habilidades de cada uno de los personajes.
Así pues, Samson (o Lickle en Japón) es nuestro típico héroe que puede avanzar y disparar en recto, pero además puede trepar por los muros y los techos. Una habilidad que comparte con el diminuto ratón K.O., cuya baja estatura lo hace ideal para pasar por tramos estrechos. Su superior agilidad es su principal ventaja, aunque la resistencia no es su fuerte y es el que, de entrada, parte con menos salud. Eso sí, puede dejar bombas explosivas a su camino de cortísimo alcance pero gran daño.
La dragona Kikira es otro de los personajes que controlaremos, y su principal característica, además de las lenguas de fuego que dispara en parábola ascendente, es poder mantenerse y desplazarse en vuelo a la misma altura por unos segundos si mantenemos pulsado el botón de salto. El disparo de Kikira también se puede potenciar por el mismo método. Y por último, el cuarteto lo cierra el gólem Gamm, el más grande, el más fuerte, y como es de esperar, el más robusto y el más lento. Su ataque consiste en lanzar, literalmente, su puño para causar la mayor destrucción de los cuatro.
Reunidos los cuatro personajes, salta la primera sorpresa, y es que Kikira no está por la labor de acompañar al resto y se mide en combate contra Samson. Uno de los preliminares de la aventura es luchar contra uno de nuestros compañeros, al más puro estilo superhéroes. No pasa nada, como a esas alturas ya conocemos a Kikira y su patrón de disparo, sabemos de qué garra cojea. Y no hay que temer, ya que Samson le perdonará la vida y la dragona entrará en razón para pasar a recorrer una serie de nuevos niveles, estos sí que ya en sucesión establecida, derrotando a los generales enemigos hasta llegar al castillo del señor oscuro y cantarle las cuarenta.
Little Samson es uno de esos juegos que jugarlos se hacen una delicia. Es un arcade de plataformas de libro, cierto es. Y como esto no es nada malo de por sí, lo endulza con un gran apartado técnico, mostrando un repertorio de colores en pantalla que supera a muchos juegos de NES, aún con sus habituales tonos apastelados, unas animaciones suaves y rápidas, y banda sonora para cada uno de los miembros del equipo, que si bien no llevarás de tono en el móvil acompaña a la perfección. El control, como se requiere en estos casos, es estupendo. Respuesta rápida y una sensación de fluidez que se mantiene toda la partida. Lo cual está bien porque no es nada fácil.
Si el poder cambiar desde el menú de pausa de personaje porque o bien necesitamos de sus capacidades o el que llevamos está en las últimos y hace falta un cambio fresco, recuerda a Mega Man, no es lo único. Puede que los niveles no sean tan abusivos como los de un Castlevania, pero los combates con los jefes requieren algo de paciencia, sobre todo si han caído compañeros por el camino, porque no los recuperaremos hasta la siguiente zona. Pese a ello, Little Samson se deja jugar tan bien que no sabe mal retomar la partida. Retomarla, que no recomenzarla, gracias a un sistema de passwords. De pocos caracteres, que nadie se asuste. Little Samson quiere que lo juegues y que disfrutes haciéndolo, y la buena noticia es que lo consigue. La mala, que quizá no lo conocieses.
Juan Elías Fernández
