Crimen desorganizado

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Una de las sagas de crimen organizado más famosa del mundo de los videojuegos regresa con su cuarta entrega, en la que Vito Scaletta y su mafia italiana dejan paso a Lincoln Clay y la mafia negra. Mafia 3 tenía como principal objetivo mantener el nivel argumental de su predecesor y hacer de su mundo abierto algo más vivo y lleno de opciones. ¿Lo habrá conseguido? Te lo contamos.

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Mafia 2 encantó a los jugadores. La historia de Vito Scaletta era apasionante y su desarrollo muy adictivo. No obstante nos encontrábamos en una inmensa ciudad, perfectamente recreada pero en la que no podíamos hacer nada. No había misiones secundarias, no había coleccionables y nuestras opciones en el mundo abierto se reducían a desplazarnos en coche de una misión de historia a otra y, como mucho, pasar por una tienda de ropa para cambiar nuestro atuendo.

Tras un desarrollo con dificultades, con cambio de responsables incluido, el novato estudio Hangar 13 se hizo con el mando de Mafia 3. ¿Sus objetivos? Dar continuidad a los grandes argumentos que han caracterizado siempre a la franquicia y dotar a su mundo abierto de una viveza y una interactividad que su antecesor pasó por alto. Este es nuestro análisis de Mafia 3 tras haberlo disfrutado durante unas cuantas horas en su versión de PlayStation 4.

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La elegancia de la mafia italiana deja paso a la brutalidad de la mafia negra en Mafia 3, en el que encarnamos a Lincoln Clay, un excombatiente de la guerra de Vietnam que ha vuelto a su casa tras el conflicto. En New Bordeaux (una versión ficticia de Nueva Orleans) Lincoln se reunirá con sus amigos, pero pronto se verá traicionado por la mafia italiana y obligado a volver a un mundo del que estaba decidido a salir.

Sal Marcano, líder de la mafia italiana, será nuestro objetivo final en Mafia 3, para lo cual deberemos ir arrebatando los diferentes distritos de New Bordeaux al capo local y hacernos un hueco en el mundo del crimen organizado contando con el apoyo de diferentes grupos, como la mafia haitiana o el propio Vito Scaletta, que regresa en un rol más secundario para esta nueva aventura.

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Mafia 3 vuelve a centrar todos sus esfuerzos en contar una historia de venganza. Tanto es así que la vertiente narrativa ocupa gran parte de la experiencia de la obra de Hangar 13. Aunque lo que estamos deseando es saltar a la pura libertad de New Bordeaux y comprobar las nuevas opciones que el mundo abierto tiene que ofrecernos, las tres primeras horas del juego se centran en ponernos en situación y a llevarnos de la mano por misiones principales. No es en absoluto algo negativo, pero puede echar para atrás de cara a un rejugado futuro tener que volver a pasar por un eterno tutorial. Y es que se nos sigue dando información y consejos superadas las cinco o seis horas de juego.

Sin embargo, todo ese inicio puramente argumental de Mafia 3 es donde mejor se desenvuelve el título. La historia es absorbente y está contada de una forma sublime. A modo de documental, algunos de los personajes del juego hablan ante la cámara sobre los hechos pasados y sobre la figura de Lincoln Clay, al que ya reconocen como un hombre influyente en la década de 1960. Entre declaración y declaración, saltamos a la acción con el propio Lincoln (en lo que realmente es el pasado) y comenzamos a revivir sus aventuras y sus desventuras, que incluyen un elenco de personajes secundarios muy trabajados como Cassandra, Donovan o el propio Scaletta.

Aunque solemos dejar el apartado sonoro para la recta final del análisis es importante destacar su relevancia en este momento de la review. Y es que la música propia de la época y algunas piezas originales hacen constante acto de presencia en cada secuencia de historia de Mafia 3. Una presencia que no es meramente anecdótica y que nos permite sumergirnos de lleno en la ambientación de New Bordeaux. Cabe también recalcar el maravilloso esfuerzo realizado por 2K Games al doblar al perfecto castellano todo el título, si bien tenemos la opción de jugarlo en versión original si lo preferimos.

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El único pero a este respecto se lo ponemos, precisamente, al doblaje del propio Lincoln Clay, que hace gala de una voz excesivamente grave y madura para tratarse de un hombre relativamente joven. En cuanto nos acostumbremos a ella estaremos encantados con todo lo demás, especialmente los fans de la saga Grand Theft Auto, que saben la tortura que supone conducir mientras se leen textos, algo que no deberán hacer en Mafia 3 al estar magníficamente traducido.

Pero vayamos al meollo de la cuestión: la jugabilidad y el combate. Las escenas de acción serán la parte que más tiempo nos ocupe en Mafia 3, por lo que una correcta implementación era fundamental para que el gameplay funcionara adecuadamente. Los tiroteos son satisfactorios y cada arma presenta variaciones suficientes como para incentivar el constante intercambio para probarlas todas. El título cuenta con tres posibilidades de apuntado: automático, semiautomático o completamente manual. Si optas por esta tercera opción (la que a nosotros nos parece más adecuada), sin embargo, tendrás grandes facilidades para apuntar a la cabeza de los enemigos, por lo que en muchas ocasiones ni será necesario cambiar de una mera pistola a armas de mayor potencia.

La acción pura y dura no es la única opción en combate para el usuario. De hecho, lo que resulta más efectivo es el sigilo (ridículamente más efectivo a decir verdad). Parece que los chicos de Hangar 13 han estado jugando a algunos de los últimos Assassin’s Creed y han adoptado una mecánica tan interesante como subida de revoluciones que hace el juego sumamente sencillo: el silbido. Cuando entremos en una zona repleta de enemigos tan solo deberemos parapetarnos detrás de alguna cobertura, silbar en el momento adecuado e ir atrayendo a los enemigos para poder aniquilarlos en silencio y esconderlos en nuestra misma cobertura. Repitiendo esta mecánica una y otra vez conseguirás despejar multitud de zonas de forma sencilla y sin pegar un tiro.

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El combate de Mafia 3 cuenta con un gran arsenal armamentístico, a lo que cabe añadir útiles objetos arrojadizos, como granadas, cócteles molotov o muñecos de vudú que sirven para atraer la atención de varios enemigos a un punto concreto. Otro de los puntos mejorables de la acción del título de Hangar 13 es la inteligencia artificial enemiga, que si bien en estático cumple su función, cuando comienza a moverse se vuelve un tanto errática: movimientos sin sentido, coberturas absurdas y exagerados acercamientos a Lincoln cuando este también está armado.

Entremos ahora a valorar el mundo abierto de New Bordeaux y si realmente existen grandes diferencias con respecto a Mafia 2. La gran ausencia de su antecesor eran las misiones secundarias, pues realmente no teníamos ninguna tarea alternativa a la historia principal. Mafia 3 lo corrige y cumple las peticiones de los fans, pero se olvida de todo lo demás. Pese a una magnífica recreación de la época con zonas muy diferenciadas, lo cierto es que hay muy poco que hacer en la ciudad y, para más inri, las misiones secundarias pecan de ser extremadamente repetitivas.

Por si fuera poco, las principales tampoco son mucho más variadas. Y es que en cada nueva zona deberemos acabar con los negocios de los aliados de Marcano para poder acercarnos a él y la mecánica siempre es la misma. Debemos acudir a las distintas zonas en las que se encuentran repartidos los enemigos y causarles daños en sus propiedades por un determinado valor. Una vez conseguido la zona pasará a ser nuestra y deberemos entregársela a uno de nuestros aliados para que se hagan cargo de ellas y nos vayan dando los beneficios. Esto será lo que hagamos una y otra vez sin mucho más aliciente que seguir avanzando en la historia, que se hace fuerte en sus cinemáticas.

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La frescura de algunas misiones de Mafia 2 queda en un segundo plano en esta tercera entrega numerada, lo que es una auténtica lástima. En el mundo abierto también podremos conducir todo coche que nos crucemos, lo que en más de una ocasión nos obligará a robar un vehículo. Es imposible hacerlo sin que un ciudadano ejemplar llame por teléfono a la policía y tengamos que salir escopeteados de la zona antes de que nos empiecen a dar la tabarra. Asimismo, podemos ir por el agua tanto a nado como en lancha, especialmente útil (e incluso obligatorio) en algunas misiones.

Como decíamos, el mundo abierto que es New Bordeaux vuelve a ser más estético que funcional, al igual que ocurría en Mafia 2. Sin embargo aquí vemos incluso opciones recortadas, como la de cambiar de ropa o modificar nuestros vehículos en talleres. Lo único que hallaremos en la ciudad serán una enorme cantidad de coleccionables (revistas eróticas, pósters y otros artículos del estilo) y postes telefónicos que podremos piratear con piezas que encontremos para localizar en el mapa esos coleccionables y obtener algunas facilidades en determinadas misiones de la zona.

La conducción de coches es, fácilmente, lo más satisfactorio de este mundo abierto junto a la fantástica ambientación. Aunque por defecto viene una modalidad de conducción arcade que funciona realmente mal (el coche se mueve de forma muy artificial y gira repentinamente), existe la posibilidad de cambiar a una segunda opción más realista y que verdaderamente mejora la experiencia al volante. Los movimientos son suaves y la conducción se hace muy agradable. Un gran punto a favor teniendo en cuenta que pasaremos muchas horas dentro de vehículos y recorriendo grandes distancias.

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Sin embargo, a bordo de coches también será donde el juego experimente mayor cantidad de bugs, glitches y errores de todo tipo. Como decíamos, la ambientación es soberbia, pero no así su apartado gráfico. Aunque en líneas generales raya a un buen nivel, lo cierto es que hasta la remasterización de Grand Theft Auto V para consolas de nueva generación presenta un apartado gráfico superior al de la obra de Hangar 13.

Eso, lamentablemente, no es lo peor de todo. Cuando ponemos el vehículo a gran velocidad (y a menor velocidad también, cabe decir) Mafia 3 comienza a sufrir. Popping masivo de edificios, coches, árboles, charcos en la carretera que aparecen delante de nuestras narices de forma repentina. A todo ello hay que añadir una constante neblina en el horizonte que nos impide ver en la lejanía y que permite al juego ahorrarse hacer gala de una distancia de dibujado excesivamente pronunciada.

Pese a todas las limitaciones gráficas, Mafia 3 también tiene problemas de rendimiento. En la versión de PlayStation 4 que hemos probado el juego cae constantemente de los 30 frames por segundo y se vuelve inestable en determinadas situaciones. A ello hay que sumar otros problemas como crasheos (en más de una ocasión se nos ha expulsado al menú de la consola por cerrarse inesperadamente el juego) o bugs como coches que no arrancan, vehículos que salen volando tras un choque en la carretera e incluso algún que otro problema de sonido en el doblaje al castellano. Nos gustaría decir que no influye en la experiencia de juego, pero lo cierto es que sí lo hace, mermándola gravemente.

Joel Castillo

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Jugabilidad: Mafia 3 nos invita a explorar un mundo abierto en el que la conducción presenta un acabado más que satisfactorio y el combate deja luces y sombras. La acción pura y dura funciona bien, con una buena variedad armamentística y a pesar de una inteligencia artificial enemiga algo descuidada. Sin embargo, la vertiente del combate en sigilo vuelve la propuesta de Hangar 13 demasiado sencilla, con una mecánica de silbido que hace que todos los enemigos puedan caer sin alertar al resto.

Gráficos: Esta es la vertiente menos cuidada de Mafia 3. Gráficamente el juego no está a la altura de otras propuestas del género de los últimos años aunque cumpla en cuanto a ambientación. El popping exagerado, las físicas disparatadas, bugs y glitches absurdos e incluso crasheos están presentes constantemente y empañan la experiencia de juego demasiado a menudo.

Sonido: La banda sonora, compuesta por canciones míticas de la década de los 60 y por algunas piezas especialmente compuestas para la ocasión, es uno de los grandes puntos fuertes de un Mafia 3 que se hace fuerte cuando suena su música. Además hay que añadir y valorar un fantástico doblaje al castellano que, por desgracia, solo falla en la voz de Lincoln, a la que no obstante acabarás acostumbrándote.

Duración: La historia principal puede desarrollarse a lo largo de un par de decenas de horas, aunque si lo tuyo es cumplir todas las misiones secundarias y hacerte con todos los coleccionables seguro que le sacas unas cuantas más. Como es habitual en el género, Mafia 3 no cuenta con modalidades online ni modos alternativos a la historia, a la espera de DLCs que la amplíen.

Historia: Si decíamos que el apartado sonoro era uno de los grandes puntos a favor de Mafia 3, su historia es otro de ellos. Desde Hangar 13 se han vuelto a centrar en la vertiente narrativa, ofreciendo unas cinemáticas y un desarrollo de la historia más que interesante. Lincoln Clay, el elenco de secundarios y el cameo de la entrega anterior forman un grupo de personajes muy completo que redondea la trama del juego.

Conclusión: Mafia 3 es lo que los fans esperaban tras Mafia 2 y, al mismo tiempo, se queda corto en los avances que pedían los aficionados. El mundo abierto al fin ofrece tareas secundarias que complementen la fenomenal historia principal, pero vuelve a pecar de vacuo y sin vida. A nivel gráfico y técnico la obra de Hangar 13 no está a la altura de lo esperado, aunque lo compensa con un apartado sonoro sublime: con una banda sonora maravillosa y un perfecto doblaje al castellano. Lo mejor de todo es que en combate funciona más que bien y en la conducción todavía mejor. Y esos serán nuestros principales cometidos durante las veinte horas que estaremos enganchados.

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