Análisis de Pokémon Espada y Pokémon Escudo - Galar, la primera piedra hacia una nueva era
Pokémon es una de las franquicias más conocidas a nivel global en el sector del videojuego. Con más de dos décadas a sus espaldas, Game Freak encara la octava generación con el debut en Nintendo Switch de la serie, sin contar la reinvención de Pokémon Let's GO Pikachu! y Pokémon Let's GO Eevee! Galar es la región elegida para esta nueva era en la que Pokémon quiere dar un paso para madurar respecto a otras entregas destinadas a la portátil, lo que se traduce en Pokémon Espada y Pokémon Escudo.
Y cabe destacar que el camino por la nueva región dispone la primera piedra del rumbo hacia el que gira el futuro de Pokémon en las próximas entregas. Las nuevas adiciones como el Área Silvestre permiten soñar con una futura edición con un semi mundo abierto o un mundo abierto en su totalidad. No obstante, también se dan ciertos pases atrás que pueden resultar incomprensibles para los amantes de otras generaciones. No obstante, el resultado es de notable y advierte que habrá que estar muy atentos a lo que llegue de aquí en adelante.
Tienes que ser el mejor, el mejor que habrá jamás
El camino por la región de Galar empieza como es habitual: eres un chico o una chica que inicia su camino para convertirse en el mejor entrenador que haya visto dicha región. Para ello, hay que escoger entre los Pokémon iniciales de esta ocasión: Grookey, Scorbunny y Sobble para emprender el viaje por las diferentes rutas en las que podrás hallar nuevos Pokémon y entrenadores dispuestos a frenar tu avance hacia la historia. Por supuesto, la octava generación también supone el regreso de las ocho medallas de gimnasio que se abandonó en Alola, así como un nuevo formato de Liga Pokémon. Todo ello con el objetivo de superar al imbatible campeón Lionel. Aunque antes de ello hay muchas otras cosas por vivir.
Evolución sin revolución
Aunque lo que más destaca de Pokémon Espada y Pokémon Escudo es que su propuesta es una evolución y no la revolución que cabría esperar. Hay muchos aspectos en lo que incidir respecto a las nuevas entregas: algunos pasos son los correctos y en otros aspectos se dan pasos atrás que, tras veinte años de recorrido de la fórmula, resultan casi esperpénticos. No obstante, la premisa principal y la conclusión que se extrae de las 30 horas que le hemos podido dedicar a Pokémon Escudo indican que hay un futuro que se abre paso en el universo Pokémon y que tiene unas bases muy asentadas.
El Área Silvestre es la primera demostración del potencial que puede tener Pokémon dentro de unos años y, aunque en determinados aspectos no está bien definido, es prometedor lo que Game Freak intenta contarnos de cara a su hoja de ruta. Eso sí, será mejor que te enfrentes a Pokémon Espada y Pokémon Escudo sabiendo que su línea es más continuista que revolucionaria. Si tienes clara esta premisa, podrás disfrutar de todas las bondades que ofrece. Por el contrario, si esperas encontrar un videojuego que explote todo el potencial de Nintendo Switch, tendrás que esperar a que Game Freak lance sus próximos títulos.
Galar, un región con muchas variantes sin excesiva profundidad
Uno de los elementos más llamativos cada vez que inicia una nueva generación de Pokémon es qué puede aportar la nueva región en la que se desarrolla. En esta ocasión la elegida ha sido Galar, que cuenta con una indudable influencia de la cultura anglosajona y que también tiene ciertos tintes celtas. La construcción de la misma es de lo más interesante, contando con grandes ciudades, pequeños pueblos y zonas inéditas hasta el momento en toda la franquicia, como pueden ser el caso de las minas. La variedad de escenarios aporta grandes opciones, aunque el diseño de los mismos deja bastante que desear en ciertos aspectos.
Y es que en lo referente a la construcción de su mundo, Pokémon Espada y Pokémon Escudo simplifica la fórmula más de lo que cabría esperar. Es cierto que cuenta con las rutas más extensas de toda la serie hasta el momento, pero da la sensación de que se les podría haber sacado mucho más partido de lo que se ha hecho. Algo que también sucede con los pueblos y las ciudades, cuya interacción a veces se limita a tres o cuatro casas que puedan servir de utilidad para algunas funciones dentro del juego. En este sentido, incluso hay ciertas rutas que se hacen un poco aburridas y tediosas, aunque se vislumbra que por parte de Game Freak se ha hecho un esfuerzo para aportarles originalidad. No hay dos rutas iguales y eso se agradece, a pesar de que los elementos que contienen son insuficientes en muchas ocasiones.
De ahí que al principio de este análisis destacara que no ha de tomarse a la octava generación como un impulso de todo el potencial que puede alcanzar una consola como Nintendo Switch, sino un paso intermedio entre lo que ofrecía Nintendo 3DS y lo que es capaz de aportar el nuevo sistema. Pokémon se está adaptando poco a poco a su nuevo hogar y, del mismo modo que sucede con las formas Galar, necesita evolucionar en el entorno para adaptarse a él del mejor modo posible. Los pasos son los acertados, pero se cocinan a fuego lento de cara al futuro.
El fenómeno Dinamax entra en acción: más espectacularidad y estrategia
No obstante, hay novedades de lo más interesantes y que convierten a la octava generación en una de las más complejas en muchos sentidos. Uno de los aspectos que más se había criticado de las últimas entregas de Pokémon era su falta de dificultad y Game Freak ha recogido el guante con el desarrollo de Pokémon Espada y Pokémon Escudo. El fenómeno Dinamax y el fenómeno Gigantamax son sus grandes apuestas y el resultado en este sentido es mucho más que satisfactorio, ya que aporta los dos elementos principales que se propone: una mayor espectacularidad en los combates y una dosis extra de estrategia que alcanza su culmen en el modo competitivo.
Y es que el Dinamax se reproduce tal y como se había contado desde Game Freak: durante tres turnos, tu Pokémon se hace enorme y tiene una oportunidad única de decantar la balanza a su favor. Los ataques de cada tipo se unifican para formar un mega ataque mucho más potente que realizará un gran cantidad de daño. Además, la salud del Pokémon también aumenta, con lo que podrá resistir de manera mucho más fácil las acometidas de los rivales. Algo que incluso puede aumentarse si se decide alimentar al Pokémon en cuestión con caramelos Dinamax, lo que hace todo el proceso mucho más sencillo y efectivo.
La gran noticia en este sentido la recibirán todos los amantes al juego PvP, porque aunque en el juego tiene su trascendencia y provoca situaciones delicadas en los combates con las que hay que tener especial cuidado, la verdadera salsa se degusta en los enfrentamientos entre jugadores, donde lo impredecible de su utilización puede ser vital para ganar un combate. Sin duda, es una de las opciones más interesantes que se han añadido hasta el momento en toda la franquicia y tiene tintes de que podría mantenerse si cuenta con una buena recepción por parte de los usuarios. A mí, desde luego, me ha parecido una opción de lo más interesante y que he disfrutado por las posibilidades que ofrece.
Un plantel de nuevos Pokémon cuidados y con un excelente diseño
Continuando con los aspectos positivos que ofrece Pokémon Espada y Pokémon Escudo, no puedo dedicar más que buenas palabras al diseño de los nuevos Pokémon, tanto los autóctonos de Galar como las formas regionales. El trabajo en este sentido es sensacional y consigue sorprender por cómo se desarrollan las líneas evolutivas en su gran mayoría. Obviamente, no voy a entrar en detalle de la Pokédex para que cada jugador pueda llevarse la sorpresa por si mismo, pero no tengo miedo de afirmar que es una de las generaciones más transgresoras y arriesgadas en el diseño de las especies con un excelente resultado.
Un buen equilibrio que también se traduce en los tipos y sus combinaciones de la gran mayoría de Pokémon. En esta ocasión se dan combinaciones que no se habían visto anteriormente, con lo que la posibilidad de formar un equipo de lo más variado se amplía. Cuando Game Freak advirtió que la Pokédex de Galar contaría con un gran equilibrio entre los Pokémon que incluirían, estaban en lo cierto. El plantel de Pokémon, tanto nuevos como conocidos, es de lo más satisfactorio en este sentido, aunque probablemente se quedará corto para muchos usuarios, especialmente aquellos que han reclamado con ahínco la Pokédex Nacional.
La mejor curva de dificultad de la serie hasta el momento
Lo mencionado anteriormente respecto al fenómeno Dinamax y Gigantamax, unido a la distribución y tipos de los ocho gimnasios de Galar, provocan que Pokémon Espada y Pokémon Escudo cuenten con la curva de dificultad más exigente que se ha visto hasta el momento en la serie. Las posibilidades estratégicas, un buen desempeño de la IA en los combates importantes y un desarrollo progresivo provocan que, en más de una ocasión las pociones y los revivir sean absolutamente necesarios. Incluso el Área Silvestre, en la que profundizaré en el siguiente apartado, consigue deparar algunas sorpresas inesperadas mientras se avanza por ella, con lo que a veces es incluso mejor destinar su exploración en un punto más avanzado para no pasar apuros entre sus numerosas zonas.
Suele decirse que la elección del Pokémon inicial no suele influir en demasía a la hora de realidad el viaje por una región de Pokémon, pero en Galar el prácticamente fundamental. En función de la elección inicial, el equipo que lo acompañe deberá ser complementario y un gran apoyo para sus debilidades o todo se hará cuesta arriba. La confección del equipo en esta ocasión es vital, no puede superarse la propuesta únicamente con el Pokémon inicial, como ocurría en otras generaciones. La compañía japonesa ha conseguido atajar este problema y el resultado es satisfactorio, pues obliga a realizar una buena selección de Pokémon que se adapten a cada situación.
El Área Silvestre, un mundo de posibilidades que apunta a un prometedor futuro
El elemento más revolucionario de Pokémon Espada y Pokémon Escudo es el Área Silvestre, una zona que convierte la propuesta en un mundo semi abierto donde aparece multitud de Pokémon en estado salvaje esperando a ser capturados o que pueden ser el objetivo perfecto para farmear y subir de nivel de manera mucho más rápida y efectiva. La idea es bastante interesante y no cabe duda de que será hacia donde se dirija el futuro de la franquicia, especialmente por las posibilidades que ofrece. Aunque la primera toma de contacto no es todo lo satisfactoria que debería, aunque en eso ahondaré en el apartado gráfico.
El Área Silvestre cuenta con Pokémon exclusivos que solo pueden atraparse en una zona determinada y, además, a los que les influyen elementos como el clima o el ciclo día/noche para dejarse ver. De este modo, si buscas una especie concreta tendrás que aguardar a que se den las condiciones necesarias para que se produzca su aparición. Incluso hay Pokémon que evolucionan bajo estas características especiales que solo se suceden en el Área Silvestre, por lo que es necesaria para completar la Pokédex de Galar si es tu objetivo.
Además del encuentro con numerosos Pokémon, cuyo nivel puede variar desde el 10 hasta el 60, limitando el rango de captura de los mismos según las medallas que tengas en el momento en el que visites la zona, la otra gran novedad es el movimiento libre de la cámara. He de decir que está realmente bien implementado y le sienta de maravilla al universo Pokémon, otro síntoma más de lo que puede suponer el futuro en ese sentido, aunque es un poco confuso que la única zona habilitada para esta opción sea el Área Silvestre. No fueron ni una ni dos veces en las que moví el joystick derecho para girar la cámara en una ruta cualquiera por inercia, sin ningún resultado. El sistema híbrido de la cámara estática y dinámica es un poco engorroso hasta que te acostumbras, pues puedes frecuentar el Área Silvestre todas las veces que desees una vez se desbloquea.
Por otro lado, esta zona también es pasto de numerosos objetos, como piedras evolutivas o ingredientes para cocinar el curry, además de otros que sirven de gran ayuda para nuevas técnicas evolutivas que hacen su debut en Pokémon Espada y Pokémon Escudo. Explorar todo el área es un aventura en sí, pues sus dimensiones no son nada desdeñables, por lo que prácticamente siempre hay algo que encontrar. En el sentido de exploración y de las posibilidades que ofrece es un añadido interesantísimo y que apunta muy fuerte para una mejora en los presuntos remakes de Pokémon Diamante y Pokémon Perla, donde podría afianzarse. Además, también es el escenario de la mejor adición en estas ediciones.
Las incursiones son el ingrediente perfecto para la fórmula
Y es que el traslado de las incursiones desde Pokémon GO a Pokémon Espada y Escudo es, simplemente, sensacional. Esta nueva mecánica solo está disponible en el Área Silvestre, a través de los diferentes haces de luz que se encuentran repartidos por toda la zona. Una vez te acerques a ellos, puedes retar al jefe de incursión, que puede ser cualquier tipo de Pokémon: desde versiones preevolucionadas, hasta Pokémon poderosos que serán una estupenda adición a tu equipo. Evidentemente, todo ello se divide en diferentes rangos de dificultad, dependiendo de la criatura a la que hay que enfrentar.
Así pues, de manera offline u online, tienes la posibilidad de elegir un Pokémon de tu equipo y hacer frente junto a otros entrenadores a este Pokémon de incursión, que siempre estará dinamaxizado. Los jugadores atacarán por cada turno para restar la barra de salud del Pokémon en cuestión, aunque será especialmente desafiante, más aún en las incursiones de nivel 5, ya que la criatura puede crear una barrera defensiva que hay que destruir antes de poder dañarlo y cuenta con hasta tres turnos consecutivos para atacar. En caso de que tu Pokémon sea derrotado, tendrá dos turnos para poder aparecer de nuevo en el combate, en cuyos momentos puedes animar al resto del equipo para otorgarles beneficios como aumento de defensa, ataque o curar estados alterados.
Los retos de las incursiones son realmente divertidos y aportan una dosis de novedad a la franquicia, ya que también se valen del fenómeno Dinamax para el enfrentamiento, pudiendo ser utilizado por cualquier usuario que rellene la barra destinada a ello, aunque los combates solo durarán 10 turnos. Por lo tanto, si no derrotas antes al jefe, no podrás tener ocasión de capturarlo. Una vez que es derrotado, puedes lanzar tu Poké Ball y rezar para que se una a tu equipo. No obstante, el Pokémon no es el único premio de participar en una incursión, sino que también se otorgan nuevos caramelos de incursión que aportar un gran número de experiencia y que serán tus mejores amigos para subir de nivel a tu equipo Pokémon. Por otro lado, también existe la posibilidad de obtener MT o DT (discos técnicos, igual que las MT, pero de un solo uso). Así pues, las recompensas merecen realmente la pena y créeme cuando te digo que pasarás la mayor parte del tiempo realizando incursiones por todos los beneficios que aportan.
Mecánicas de juego novedosas y que sacan jugo a la amplitud del título
Más allá de todo lo mencionado anteriormente, Pokémon Espada y Pokémon Escudo también se permite el lujo de introducir nuevas mecánicas jugables: el Poké campamento y la CurryDex. No me voy a tener en demasía en estos aspectos, pues se reducen a todo lo que ya había explicado la compañía de manera previa al lanzamiento de los videojuegos. En cuanto adquieres el equipo de acampada, puedes descansar junto tu equipo Pokémon para jugar con ellos, para que se relajen o para demostrar tus dotes como cocinero de curry. Como he dicho anteriormente, puedes hallar ingredientes en el Área Silvestre para elaborar mejores platos que ayudarán a tus Pokémon a subir sus estadísticas.
Otra de las funciones destacadas en este sentido es que sigue sin ser necesario acudir al PC de un centro Pokémon para modificar el equipo, ya que se adquiere el ejemplo de Pokémon Let's GO y puede realizarse en cualquier momento, por lo que este proceso es mucho más cómodo de lo que era en otras generaciones. El PC de los centros Pokémon ahora sirve también para personalizar tu tarjeta de entrenador, con lo que podrás elegir entre un montón de poses, de fondos y de efectos de lo más molones para lucirlos en tus batallas en línea.
Entre las nuevas mecánicas también destaca el papel de Rotom, que se convierte en la bicicleta clásica para poder desplazarse por el mapa a mayor velocidad y, ahora también, tiene la posibilidad de convertirse en una bici acuática, con lo que surcar las zonas de este tipo. Probablemente ya estés pensando lo que significa todo esto: sí, han vuelto a desaparecer las MO y, en esta ocasión, incluso se simplifica más que en otras generaciones, pues no es necesario realizar ningún movimiento como Fuerza o Golpe Roca. El mapa se abre a tu paso sin ningún tipo de obstáculos: si hay una zona que no se pueda visitar, siempre habrá NPC para bloquearte.
Un argumento que no es Blanco ni Negro
Hasta ahora he hecho alusión a ciertos aspectos que destacan de manera positiva a grandes rasgos de Pokémon Espada y Pokémon Escudo, pero también hay que hablar de los aspectos negativos que dejan estas entregas. El argumento es uno de ellos: totalmente insulso y sin ningún tipo de sorpresa, prácticamente parece un parche para darle un sentido de uno u otro modo a la propuesta. No hay absolutamente nada que llame la atención en su guion e incluso los rivales y el equipo enemigo son prácticamente una caricatura, como ya ocurría con Pokémon Sol y Luna.
Esperaba un poco más de madurez y crecimiento en este sentido, como ya ocurrió en Pokémon Blanco y Negro, pero si esperas encontrar una historia atractiva y que te enganche para conocer más acerca del universo de Pokémon, Galar no será tu región preferida. Todo es tan superficial que apenas tiene sentido y, aunque se intenta generar una leyenda interesante respecto a la historia del lugar y de los Pokémon legendarios, se queda en un pobre intento que se diluye a cada paso que se avanza. Una decepción más a nivel argumental, que si bien es cierto que nunca ha sido uno de los puntos fuertes de la saga, Game Freak debe empezar a ser consciente que tiene cierto público desde hace más de dos décadas que puede demandar algo más de profundidad y riesgo en este sentido para que no todo se limite a capturar Pokémon y combatir con ellos.
Un nivel gráfico superior al de 3DS, pero que no saca el mayor partido de Switch
Por último, antes de llegar a la conclusión final, lamentablemente Pokémon Espada y Pokémon Escudo tampoco cumple con lo que podría esperarse de la propuesta a nivel técnico. Es cierto que el salto desde Nintendo 3DS se nota y que incluso se mejora lo visto en Pokémon Let's GO, especialmente en lo relativo a entornos cerrados y las rutas. No obstante, hemos visto como sagas de renombre como The Legend of Zelda, Super Mario, Fire Emblem o incluso Luigi's Mansion han realizado un derroche de potencial para demostrar la calidad que atesora Nintendo Switch. Algo que, tristemente, no sucede con Pokémon.
Es la entrega que mejor luce hasta el momento en todos los sistemas que ha visitado la franquicia hasta el momento, sí, de eso no cabe duda. Sin embargo, Game Freak demuestra no estar preparada para dar aún el salto necesario para un juego de mundo abierto. A nivel técnico la calidad del Área Silvestre deja bastante que desear, pues el acabado gráfico es bastante deficiente y su aspecto no luce como se han podido ver otros entornos en la máquina híbrida de Nintendo. De hecho, hay zonas pixeladas y que cuentan con ciertas caídas de frames, incluso hay un popping constante cuando se pasa de una zona a otra. La verdad es que resulta bastante decepcionante respecto a comparativas con lo conseguido en otros videojuegos con el mismo hardware. Esto sucede tanto en el modo portátil como en el modo sobremesa, donde las carencias se hacen incluso más visibles.
Por suerte, donde sí destaca positivamente el título es en el terreno sonoro. La selección de temas es soberbia y algunos de ellos respiran ambiente anglosajón en cada una de sus notas, mientras que otros son más cañeros y también están las melodías clásicas de la franquicia adaptado a los tiempos que corren y al estilo de Pokémon Espada y Escudo. Sin duda, una banda sonora que cumple a la perfección con los cánones de lo que se espera en un videojuego de Pokémon.
Un paso intermedio hacia lo que vendrá en próximas entregas
Por lo tanto, Pokémon Espada y Pokémon Escudo suponen un paso adelanto respecto a lo visto anteriormente en la franquicia. Tal vez no se trate del salto que podría suponer ante un sistema como el de Nintendo Switch, pero sí que es muy esperanzador comprobar el impulso que puede otorgarle para revolucionar una fórmula conocida y exitosa como esta. Puede que decepcione en ciertos aspectos y que dé algunos pasos atrás en mecánicas jugables, pero la octava generación elaborada por Game Freak es completamente disfrutable y, en su conjunto, cumple con lo que promete.
Una región cargada de un ambiente anglosajón formidable, nuevos diseños de Pokémon fantásticos y que amplían la Pokédex de manera satisfactoria, mecánicas que amenazan con ser muy importantes en el futuro y, por supuesto, la primera piedra hacia lo que todo el mundo desea: un juego de Pokémon con mundo abierto. Se puede explotar mucho más la franquicia en Nintendo Switch, no voy a negarlo, pero este paso intermedio es realmente importante y necesario para alcanzar el máximo potencial. Pokémon sigue creciendo, tal vez a paso más lento que otras sagas de Nintendo, pero sigue divirtiendo como hace 20 años y eso siempre es un punto positivo que no se puede pasar por alto.