Atrapado en una pesadilla

Atrapado en una pesadilla

Tras cancelar su segunda entrega, Prey renace de la mano de Arkane Studios y Bethesda con un aire renovado y con muchas similitudes con la otra gran franquicia del estudio francés, Dishonored. Cogiendo lo mejor de diversos grandes éxitos, Prey es un título de acción, ciencia ficción y toques de terror que no te puedes perder. Te lo contamos todo sobre él en las siguientes líneas.

Atrapado en una pesadilla

Son muy pocos las licencias de videojuegos que son capaces de causar un enorme impacto con su primera entrega. Prey fue capaz de hacerlo en el año 2006 con una entrega que vio la luz en PC y, poco después en Xbox 360. La saga, por aquel entonces, estaba bajo el influjo de Human Head Studios y 2K Games y su buen recibimiento fue acompañado del anuncio de una secuela que, desgraciadamente, nunca se produjo.

Prey 2 acabó siendo cancelado tras muchos años de incertidumbre, pero la franquicia ha vuelto a renacer. Y difícilmente podría haber estado en mejores manos. La licencia ha acabado en poder de Bethesda y de Arkane Studios, compañía encargada de desarrollar el videojuego. La fórmula original de Prey ha renacido con elementos que Arkane controla a la perfección y que han dado gran resultado en la consagrada saga Dishonored.

En el nuevo Prey nos ponemos en la piel de Morgan Yu (que puede ser hombre o mujer, tú decides), una persona a bordo de la estación espacial Talos 1, donde la humanidad está expandiéndose más allá de la Luna y experimentando con lo que significa precisamente ser humano. En ese contexto de ciencia ficción, Yu sobrevivirá a la invasión de una raza alienígena conocida como los Tifón y deberá descubrir cuál es su procedencia, cómo salvar la estación e ir recobrando su maltrecha memoria.

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Prey mezcla lo mejor de muchas propuestas. Nada más comenzar en la aventura ya nos daremos cuenta de que hay mucho de Dishonored en su jugabilidad, pero también se nota que BioShock ha sido una gran influencia y que Alien Isolation ha repercutido positivamente en la recreación de una estación espacial. Todo ello se puede percibir a cada paso que damos por la Talos 1, que está hasta arriba de detalles y secretos que querremos descubrir.

Y es que, curiosamente, la estación espacial en la que se desarrolla el videojuego de Arkane Studios es una especie de semi-mundo abierto que sienta fenomenal a la propuesta. Es cierto que cuando comienza la aventura hay muchas áreas que están bloqueadas, pero a medida que vayamos avanzando iremos accediendo a nuevas áreas gracias a códigos, contraseñas, nuestra habilidad de hackeo, nuestra fortaleza física o sencillamente porque el juego nos pedirá que acudamos a un nuevo lugar.

Al igual que ha ocurrido en anteriores obras del estudio lionés, Prey nos brinda la posibilidad de afrontar cada situación de la forma en que prefiramos, por lo que la sensación de libertad también está presente cuando pasamos a la acción. Algunos alienígenas que nos esperan en la Talos 1 tienen la capacidad de mimetizarse con el entorno (miméticos), por lo que la mayor parte de las ocasiones la mejor forma de actuar es con cautela y sigilo.

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Sin embargo nada nos impide movernos a toda prisa arriesgándonos a ser atacados por los miméticos. Para enfrentarnos a estos seres o a los fantasmas (tifones con gran poder y capaces de atacarnos a distancia) tendremos a nuestra disposición un variado armamento compuesto por armas tradicionales y otras sacadas de la más imaginativa ciencia ficción. Por un lado tenemos pistolas con silenciador o escopetas, pero es el otro lado el que nos abre un abanico de posibilidades tremendo.

Expondremos algunos ejemplos sin entrar en demasiado detalle para no quitar las sorpresas que nos aguardan. Tenemos el llamado cañón GLOO, que expulsa una masa que se enfría instantáneamente. ¿Para qué puede servirnos algo así, te preguntarás? Podemos solidificar a nuestros enemigos para poder atacarles mientras se mantienen inmóviles, pero también, fuera del combate, podemos tapar fugas de fuego, cerrar cortocircuitos o construirnos escaleras para llegar a zonas inaccesibles.

A lo largo de la aventura, por otra parte, también encontraremos granadas de diferente tipo. Unas nos servirán para eliminar con facilidad a objetivos robóticos y otras para descomponer la chatarra en recursos reutilizables, por poner algunos ejemplos. Por si todo ello fuera poco también tendremos la opción de hacer uso de poderes que nos ayuden en el combate (al más puro estilo BioShock), como uno que nos permite ralentizar el tiempo para facilitarnos un enfrentamiento complicado.

Y es que una de las grandes bondades de Prey son sus elementos roleros. Consiguiendo los neuromods que encontraremos a lo largo y ancho del mapeado de la Talos 1 tendremos acceso a decenas de mejoras divididas en tres vertientes: seguridad, ingeniero y científico. Invirtiendo los puntos conseguidos desbloquearemos habilidades que nos permitirán hackear ordenadores (con los que podemos acceder a mensajes, a la ubicación de miembros de la tripulación o a funciones concretas como abrir puertas bloqueadas o descargar los planos de una zona concreta de la nave), mover objetos pesados que bloquean estancias, potenciar el daño de nuestras armas, conseguir nuevos poderes sobrehumanos o aumentar el tamaño de nuestro inventario.

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Otro de los puntos fuertes del título de Prey son las imaginativas herramientas que encontramos repartidas por el escenario. Nos referiremos a dos de ellas. Por un lado tenemos la recicladora, que nos permite convertir toda la chatarra que encontramos por la Talos 1 en recursos aprovechables. Y es que la segunda de las máquinas es una creadora, que nos permite utilizar estos recursos para crear cartuchos de escopeta, balas de pistola, botiquines y demás ítems de gran utilidad.

Como en todo buen juego de Arkane tenemos misiones principales que nos sirven para avanzar en la interesantísima historia, pero también disponemos de un buen número de objetivos secundarios que nos permiten desbloquear armamento especial, conocer información adicional sobre el universo de Prey o incluso encontrarnos con nuevos personajes que pueden sernos de mucha utilidad a lo largo de la aventura.

En el apartado audiovisual Prey también rinde a un gran nivel. Gráficamente no estamos ante un referente gráfico de la generación (los Dishonored tampoco eran referentes en este sentido), pero a nivel artístico el videojuego de Arkane Studios es una delicia. Cada estancia que visitamos es una nueva experiencia visual que merece ser explorada a fondo. En lo sonoro sí encontramos un producto brillante en todos los sentidos. Tenemos ante nosotros una banda sonora muy del corte de ciencia ficción y tremendamente apropiada para el videojuego. Por si fuera poco el título llega perfectamente doblado al castellano, con un nivel más que notable.

Joel Castillo

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Jugabilidad: A nivel jugable Prey es el paradigma del buen hacer. Tenemos libertad de movimiento para desplazarnos por la Talos 1 prácticamente en el orden que deseemos, libertad para afrontar las situaciones de combate y también libertad para elegir las habilidades que nos permitan completar la aventura a nuestra manera.

Gráficos: Aunque la potencia gráfica no es el punto fuerte de Prey lo cierto es que su apartado artístico compensa todas las carencias de la potencia bruta. La Talos 1 brilla más a cada paso que damos y Arkane ha sabido introducirnos en un entorno espacial y de ciencia ficción.

Sonido: La banda sonora de Prey rinde a un nivel magnífico y acompaña a la acción y a los momentos narrativos importantes de forma casi inmejorable. Por otro lado tenemos no solo una traducción a nuestro idioma, sino un doblaje al castellano de gran nivel que nos trasporta a la Talos 1 con gran certeza.

Historia: Aunque en Prey tenemos muchas tareas secundarias y secretos que descubrir, Arkane Studios no ha dejado de lado la trama principal, que avanza despacio pero constante y siempre manteniendo el interés del jugador.

Duración: La aventura principal de Prey puede superar las 12-13 horas con facilidad si tenemos interés en buscar todos los secretos y en desbloquear todas las habilidades consiguiendo los neuromods. Prey no dispone de modalidades adicionales, pero siempre podemos optar por rejugar el título afrontando las situaciones de forma diferente.

Conclusión: Sin inventar nada, Prey toma lo mejor de Dishonored, BioShock o Alien Isolation, lo mete en una coctelera y nos ofrece uno de los productos más redondos y divertidos que hayamos probado este año. Lo nuevo de Arkane Studios va más allá de Dishonored 2 y es toda una experiencia de acción, sigilo, ciencia ficción e incluso toques de terror que merece la pena explorar en profundidad. Nuestro viaje por la Talos 1 ha sido tan maravilloso que ya estamos deseando volver a realizarlo.

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