Un desierto de arenas movedizas

Un desierto de arenas movedizas

Tras el descalabro de Mighty No. 9 Keiji Inafune busca la redención con ReCore, un interesante título de acción y exploración exclusivo para sistemas Microsoft que patina al estar plagado de fallos técnicos y un apartado gráfico desfasado para la altura de nueva generación de consolas en la que estamos. Pese a ello, ReCore tiene grandes cualidades. Descúbrelas en nuestro análisis.

Un desierto de arenas movedizas

Keiji Inafune no empezó bien el 2016. Su esperado Mighty No. 9, financiado por los fans a través de una campaña de crowdfunding, obtuvo muy malas críticas tanto de los profesionales del sector como por parte del público en general. ReCore es su oportunidad de redención: un título exclusivo para sistemas Microsoft (Xbox One y Windows 10) que hace de la mezcla de géneros su punto fuerte. Acción, exploración, plataformas y toques de rol en una aventura que da una de cal… y una de arena.

Un desierto de arenas movedizas

En un futuro, la Tierra ha dejado de ser habitable a causa de una misteriosa infección y los pocos seres humanos supervivientes se han visto obligados a dejarla en naves espaciales en los que la inteligencia artificial ya está a la orden del día. Nosotros nos ponemos en la piel de Joule, una superviviente que despierta completamente sola en un desértico planeta llamado Edén Lejano, que debe recorrer junto a su fiel robot Mack en busca de recursos para seguir subsistiendo y también en busca de respuestas. ¿Dónde está el resto de la tripulación y por qué los robots del planeta se han vuelto agresivos? Esas son dos de las preguntas que deberemos responder.

Un desierto de arenas movedizas

Un desierto de arenas movedizas

ReCore llama la atención, en primera instancia, por una curiosa mezcla de géneros. Tenemos, mayormente, una enorme dosis de acción, que monopoliza gran parte del título, pero las plataformas y la exploración también tienen mucho que decir. Asimismo, la obra de Comcept hace gala de algunos componentes roleros que son más profundos de lo que parece a primera vista y que le otorgan una vida útil al juego más allá de su campaña principal.

Como decimos, el combate es lo que haremos durante más tiempo en ReCore, por lo que lo más lógico es comenzar por este apartado. El videojuego de Keiji Inafune nos pone en la piel de una superviviente armada con un fusil. No podremos utilizar un arma distinta, pero nuestra herramienta tendrá diversos modos de disparo. Podremos disparar una ráfaga pulsando el botón de fuego o mantener para una carga más potente.

A medida que avancemos en la aventura conseguiremos modos de disparo de diferentes colores: rojo, azul y amarillo. Este tipo de munición se corresponderá con los colores que presenten nuestros enemigos, de modo que si hacemos coincidir el color de la munición con el de nuestro rival causaremos mucho más daño. Sin embargo, la herramienta más importante de ReCore es nuestro gancho. Cuando hayamos debilitado lo suficiente a los enemigos podremos engancharlos para “robarles” el núcleo que les da vida. Además de obtener más puntos de habilidad que sencillamente matándolo a balazos, conseguiremos recursos valiosos para mejorar a nuestros compañeros.

Un desierto de arenas movedizas

Unos compañeros que también jugarán un papel fundamental en combate. Mack, nuestro primer robot durante buena parte del juego, es capaz de ejecutar una embestida enérgica que debilita considerablemente a los enemigos. Coordinar sus ataques con los nuestros será vital para salir victoriosos en las batallas, que en ocasiones llegan a ser multitudinarias.

Los enemigos, que como hemos dicho se manifiestan en diferentes colores, también nos causan distintos efectos. Además de reducir nuestra barra de salud con daño físico normal podrán quemarnos, paralizarnos o electrocutarnos. Cada uno de esos efectos requerirá un movimiento rápido por nuestra parte para poder volver a movernos con libertad o para dejar de perder salud en el caso de las quemaduras.

Lo segundo que más haremos en ReCore será plataformear y explorar. Para ello haremos servir unos controles simples pero muy efectivos: salto normal, doble salto e impulso. Este impulso lo podremos ejecutar en el suelo para movernos con mayor velocidad o en el aire para alcanzar lugares lejanos. Coordinar nuestros dos saltos con el impulso será la clave del avance en ReCore.

Un desierto de arenas movedizas

En cada rincón que busquemos habrá cajas que podremos destruir para conseguir recursos y grandes cofres en los que hallaremos planos de mejoras y materiales de gran calidad. Todo ello está aderezado con algunas simpáticas secciones de puzles. En cuanto a la exploración, hallar núcleos será lo primordial para poder seguir avanzando, pues las puertas que nos bloqueen el camino necesitarán cada vez un número mayor de estos ítems, que son la base del juego.

La nueva obra de Comcept también cuenta con un interesante componente rolero. Y es que todos los recursos que encontremos (energía roja, azul o amarilla) servirá para mejorar a nuestros robóticos compañeros. Podremos incrementar su ataque, su defensa y su energía. También desde la mesa de trabajo de nuestra base podremos utilizar los recursos conseguidos para fabricar ítems de planos que hayamos ido encontrando. Podremos cambiar la forma y color de cuatro partes de cada robot: cabeza, parte delantera, parte trasera y núcleo. Lo único que echamos en falta es que esta personalización también se traslade a la propia Joule, cuyo aspecto quedará invariable durante el transcurso de todo el videojuego.

Dejamos atrás la teoría y pasemos a la práctica. Y es que en concepto ReCore suena muy bien, pero cuando salta a la acción es otro cantar. Las misiones pronto se vuelven repetitivas, pues no tenemos muchas cosas diferentes que hacer en este desierto de mundo abierto. Todos los encargos principales siguen una estructura similar: buscar un lugar, acceder a él, abrir alguna puerta encontrando unos robots que funcionan a modo de energía abrepuertas y enfrentarnos a un boss (generalmente bastante sencillo) que nos otorgue lo que estábamos buscando.

Un desierto de arenas movedizas

De acuerdo, en el mapeado encontraremos diferentes mazmorras (a las que aquí se denomina cavernas) que ampliarán el número de horas que le dediquemos a ReCore, pero lo que allí tengamos que hacer será siempre lo mismo. Mucha resistencia enemiga, seguir rompiendo cajas para conseguir recursos y, como mucho, hallar secretos para incrementar permanentemente la barra de vida de Joule o encontrar nuevas piezas para Mack y sus amigos robóticos.

Para más inri, los combates, aunque divertidos, siempre se resuelven de la misma forma aunque los enemigos cambien de color. Elegir una u otra munición tan solo afectará al daño que les causemos, pero todos se podrán sacar adelante sin demasiado problema. La mejor opción (para conseguir recursos) es conseguir el núcleo que tienen todos los rivales de cierto tamaño, por lo que cuando le cojamos el truco a la mecánica lo acabaremos resolviendo todo con el mismo modus operandi.

No es lo peor de todo, pues la interesante premisa que propone ReCore no se traduce en una historia a la altura del planteamiento. Las misiones son una mera sucesión de encargos de fácil resolución y que no aportan demasiado a nivel argumental, del mismo modo que el jugador no llega a empatizar con la protagonista, Joule, que se nos antoja demasiado plana. Otro de los métodos para conocer más sobre la historia es el hallazgo de documentos grabados por diferentes personajes que van explicando más sobre el mundo desértico que es Edén Lejano. Del mismo modo tenemos a nuestra disposición un bestiario que describe todas y cada una de las criaturas que vamos encontrando para profundizar en el lore.Todo es en vano.

Un desierto de arenas movedizas

Y llegamos, ahora sí que sí, al gran punto negativo de ReCore: su apartado técnico. Nada más comencemos nuestra aventura nos daremos cuenta de que estamos ante un título gráficamente desfasado y que no cumple con los estándares de la generación actual de consolas. Además del pobre acabado cabe añadir un popping y un clipping muy notorio, que, no obstante, se compensa ligeramente gracias al buen trabajo artístico que tiene detrás la obra de Comcept.

El mayor inconveniente, sin embargo, es su rendimiento. En los momentos de acción más frenética la tasa de frames por segundo cae en picado y, en ocasiones, el título se torna injugable, torpedeando la experiencia de juego y pudiendo repercutir negativamente en nuestra forma de combatir. Asimismo, los tiempos de carga para entrar al juego, en los viajes rápidos entre distintos puntos del mapa o para reaparecer cuando hemos caído en combate son extremadamente extensos, pudiendo rebasar fácilmente el minuto de espera. Cabe señalar que nosotros hemos probado la versión de Xbox One y que no sabemos cómo funcionará el título en Windows 10.

La historia principal de ReCore podrá ser superada en unas 10 horas de juego, aunque si te engancha su propuesta podrás dedicarle unas cuantas más superando todas las cavernas, consiguiendo los objetivos secundarios que hay dentro de cada una de ellas y seguir consiguiendo mejoras para tus acompañantes. Como conclusión, a nivel sonoro ReCore cuenta con una banda musical que pasa desapercibida y con un correcto doblaje al inglés (textos en castellano), pues nuevamente un título exclusivo de Microsoft no dispone de voces en nuestro idioma.

Joel Castillo

Un desierto de arenas movedizas

Un desierto de arenas movedizas

Jugabilidad: La mezcla de género de ReCore hace pensar que es un título muy variado. Podemos combatir (conjuntando los ataques de Joule con los de sus acompañantes), explorar para conseguir recursos, plataformear, resolver sencillos puzles y mejorar las capacidades de nuestros robots, pero pronto nos daremos cuenta de que siempre estamos haciendo lo mismo.

Gráficos: Aunque artísticamente raya a un buen nivel, el juego de Comcept falla en todo lo demás. Gráficamente está desfasado y parece de una generación anterior, tiene un serio problema de popping y clipping y hace gala de unos bajones en la tasa de frames por segundo más que desagradables. A todo ello cabe añadir unos tiempos de carga infernales.

Sonido: La banda sonora del juego, aunque armoniosa, pasa bastante desapercibida. ReCore cuenta con un correcto doblaje al inglés, pues, nuevamente, un título exclusivo de Microsoft no goza de doblaje al castellano. Al menos tenemos textos en nuestro idioma…

Duración: La aventura principal se encuentra dentro de los estándares del género de acción y nos proporcionará unas 10 horas de diversión. La cantidad de tiempo que inviertas en él podrá verse aumentada si te engancha y decides completar todas sus cavernas secundarias en busca de coleccionables, secretos, bosses nuevos y mejoras.

Historia: La premisa inicial está bien planteada, por lo que se sigue con interés en sus primeros compases. Sin embargo, con el paso del tiempo se diluye y observamos cómo carece de emoción, a lo que hay que sumar unos personajes desdibujados y con poca profundidad.

Conclusión: ReCore tenía todos los ingredientes para ser una pequeña joya en el catálogo de Xbox One. Su mezcla de géneros es más que interesante, pero con el transcurso del juego nos damos cuenta de que se vuelve repetitivo y que su hilo argumental no tiene interés. A todo ello debemos sumar un apartado gráfico desfasado y un rendimiento en la consola de Microsoft terrible: caídas en la tasa de fps y tiempos de carga que desesperarán a más de uno.

Un desierto de arenas movedizas

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!