Análisis Soul Calibur VI – Un tributo al guerrero de la espada

Análisis Soul Calibur VI – Un tributo al guerrero de la espada

Introducción

Análisis Soul Calibur VI – Un tributo al guerrero de la espada

Se cumplen ahora 20 años desde que el primer Soul Calibur (o Soulcalibur) llegase al mercado. Digo 20 años porque el título anterior, conocido en Europa bajo el nombre de Soul Blade, se lanzó en 1995 (original de recreativas incluso en nuestro país) y haría las veces de prólogo de todo este universo. Tras todo este tiempo, el filo de la espada se ha ido desgastando lentamente y de una manera tan imperceptible que la saga se juega mucho con el lanzamiento de su sexta entrega. Para asegurarse el éxito, Project Soul ha desempolvado la base de aquel Soul Calibur de 1998 y ha construido una nueva aventura en torno a él. ¿Los resultados? Más que satisfactorios. Soul Calibur VI ha pasado por un proceso de restauración y descanso que será su principal aliado a la hora de conquistar tanto a aquellos que no están interesados en los juegos de lucha como a los fans de la saga.

Análisis

No es fácil para un título de pura lucha captar la atención del jugador con novedades potentes. Su base jugable es tan sencilla de entender que el esfuerzo de una desarrolladora tiene que ser titánico para que no parezca que se juega al mismo título, pero tampoco que se deforme la experiencia con el objetivo de conseguir algo diferente. El equilibrio de esta fórmula debe ser como el de la hoja de una espada: no demasiado pesado para un mejor control; no demasiado ligero para no caer fácilmente ante un acero enemigo.

Project Soul ha pasado unos años difíciles, ya que, aunque la crítica ha recibido con los brazos abiertos las entregas cuarta y quinta, las ventas no han acompañado tanto. Bandai Namco tiene a verdaderos especialistas en el mano a mano con juegos de este tipo, pero hasta ellos deben tener en cuenta que acomodarse puede suponer la más absoluta derrota en un mercado cada vez más competitivo. Soul Calibur VI no llama, en primera instancia, la atención en casi completamente nada. Geralt de Rivia es uno de los reclamos mejor escogidos de los últimos años, pero realmente el juego no lo necesita, ya que se sostiene sobre sus dos patitas.

Análisis Soul Calibur VI – Un tributo al guerrero de la espada

Esta sexta iteración huele a recreativa. Huele a esas tardes a finales de los noventa en la que los niños hacíamos cola para intentar tener nuestro turno en los arcade más populares. Reconozco que solo tengo recuerdos vagos de haber jugado a Soul Blade, pero son perennes en mi memoria. Soul Calibur VI ha cogido la historia del primer Soul Calibur y la ha llevado de nuevo a los jugadores. Este es el eje sobre el que se mueve prácticamente todo lo demás. ¡Y vaya eje! Gracias a la nueva cronología (de la que se presupone partirían las futuras entregas), se vuelve a temer a la Soul Edge. Ese mito oscuro que transformó a Siegfried en Nightmare, un guerrero dominado por la oscuridad. Para mejorar lo ya ofrecido anteriormente, se han añadido ligeros cambios a esta línea temporal, ya que Grøh y Azwel forman parte del periplo de Kilik, Maxi y Xianghua, aunque sus destinos están todavía por escribirse.

Los cuentos de espadas y almas siguen intactos, aunque se nota el tiempo de descanso que han tenido en el equipo de Project Soul para trabajar en Soul Calibur VI. Cada capítulo está construido con viñetas e ilustraciones llenas de color y muy expresivas. Quizá cojea la descompensación entre diálogos y acción (hablamos de un título de lucha), pero denota muchísimo cuidado en los detalles.

Análisis Soul Calibur VI – Un tributo al guerrero de la espada

En lo que respecta a Geralt de Rivia, su participación es accesoria completamente. El objetivo de incluir a este personaje de The Witcher es pura mercadotecnia. Que aparezca en la portada del juego es otra forma de conseguir más ventas y asegurarse una buena base de jugadores. El brujo de Kaer Morhen encaja a la perfección en esta historia que se ubica a finales del siglo XVI. La magia y la épica de la espada es una de las características de este universo, por lo que la suma de este personaje es de las mejores seleccionas en mucho tiempo. Pero no pasa de ser un mero regalo para los fans de las producciones inspiradas en las obras de Andrejz Sapkowski. Un caramelo de muy buen sabor y que, desde luego, han sabido aprovechar.

Soul Calibur VI no vive de sus personajes, trampa en la que caen muchos títulos de este género. Uno de los principales retos que tenía el equipo de desarrollo tras esta entrega era el de renovar el sistema de lucha con algo lo suficientemente novedoso como para pasar la barrera de los tráileres y la promoción a través de las redes. Las mecánicas jugables se han mantenido intactas, solo se han hecho adiciones que le dan al juego varios prismas de acción muy interesantes. Cada personaje incluido tiene los mismos movimientos y ataques que en entregas anteriores, pero ahora hay mecánicas inéditas que se han creado para esta entrega.

El modelo de combate de Soul Calibur ya es bueno de por sí, pero si lo que se quiere es lanzar entregas y más entregas, hay que renovarse. Los medidores de crítico vistos en Soul Calibur V han desaparecido para dar paso a algo mucho más soulcaliburesco: las cargas de alma. Con esta capacidad, los personajes podrán ejecutar ataques finales muy parecidos a los vistos en Tekken 7 (otra entrega que se ha tenido que reinventar) o potenciar los ataques durante un tiempo limitado.

Análisis Soul Calibur VI – Un tributo al guerrero de la espada

Como en una pelea el flujo de movimientos es constante, se ha añadido una mecánica de bloqueo y respuesta llamada golpe de revés. De una manera bastante natural y orgánica, el guerrero podrá bloquear varios ataques del contrincante y, después, responder para comenzar un duelo de filos. Puede parecer muy cinematográfico, y es que lo es, ya que la propia atmósfera del combate se ralentiza para que cada luchador ejecute su movimiento. Con estas nuevas inclusiones, se da un paso más a la hora de mantener una pelea de bastante más calidad que antes.

Fuera del meollo de Soul Calibur VI, el título incluye características que ya hicieron acto de aparición en entregas anteriores. Además del modo historia, el jugador puede acceder a otro modo para un jugador en el que podrá seguir la historia de la Soul Edge desde una perspectiva propia y única. Como si de un juego de mesa se tratase, la partida transcurre en un mapa en el cual se irán sucediendo diferentes eventos relacionados con la espada maldita. De esta forma, se amplía mucho más el contenido del título más allá del online al que no hemos podido acceder por no estar los servidores todavía activos.

Conclusiones

Gráficos: Soul Calibur siempre ha sido adelantada a su tiempo en lo que a modelados se refiere y en esta entrega no iba a ser diferente. Lo que destaca, sobre todo, es el cuidado que han tenido a la hora de desarrollar un modo historia con interludios ilustrados y animados. No se algo raro en esta saga, pero dice mucho del trabajo que se ha invertido en este título.

Jugabilidad: Mejorada y superada. Los combates en Soul Calibur VI han respondido con creces a lo que pediría cualquier jugador asiduo a la saga. No se trata de un sombrero nuevo para el mismo muñeco. Son cambios sustanciales que afectan de manera directa al devenir del resultado de cada pelea.

Sonido: La banda sonora de Soul Calibur VI sigue teniendo esas reminiscencias constantes de cada entrega. No hay grandes novedades en este sentido, aunque cabe destacar que se puede elegir entre las voces en japonés o en inglés para los personajes.

Conclusiones: Project Soul ha elaborado una entrega que, por lo que es, debería garantizar la continuación de la saga para, por lo menos, otra entrega más. Parece que han aprendido que más no siempre es mejor y que se puede uno tomar un tiempo para coger aire y descansar. Ojalá las ventas acompañen.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!