AlfaBetaRETRO: Spider-Man: The Video Game - La telaraña de Sega
Cada vez son más los personajes superheróicos de la editorial Marvel que están ganando fama gracias a su universo cinematográfico. Hace una década, héroes como Iron Man, Thor, y no digamos ya los Guardianes de la Galaxia, no eran tan conocidos como lo son a raíz de sus exitosas películas. Sin embargo, Spiderman lleva más de cuarenta años siendo algo más que un conocido personaje de cómics. El alter ego de Peter Parker es un icono de la cultura popular, a la altura de otros mundialmente conocidos como Superman o Batman. No es extraño, pues, que desde los tiempos de la Atari 2600 contara con adaptaciones a videojuegos para toda clase de sistemas. Principalmente domésticos.
Principalmente pero no exclusivamente. El arácnido más amistoso de Queens parecía ajeno a los salones recreativos hasta que Marvel Super Heroes aterrizara a mediados de los noventa, pero no es así. Sega ganó la mano en 1991 con un beat’em up que poseía unas cuantas particularidades. Pero también hay que señalar que no todas fueron la bomba. En cualquier caso, Spider-Man: The Video Game, puede ser a Spiderman lo más parecido a lo que Konami hizo por la Patrulla-X solo un año después
El juego no toma ninguna línea argumental en particular de la andadura editorial de Spiderman en Marvel, sino que más bien prepara lo que se le puede pedir a un juego así. Y no es otra cosa que un enfrentamiento entre Spiderman y Kingpin, con la ayuda de varios de los enemigos más habituales del trepamuros, en torno a los terroríficos efectos de una tablilla mística y los planes de un villano de primer nivel que se aprovechará de la situación como es habitual. Por suerte para Spiderman, cuenta con la colaboración de Ojo de Halcón, la Gata Negra y Namor para formar equipo.
No siempre ha habido un referente como la serie Arkham o como el propio juego de Spiderman para PlayStation para saber cómo hacer un videojuego de superhéroes de cómic como es debido, pero al menos los fans sabíamos lo que queríamos. Y eso no era muy diferente a la experiencias que transmitían los cómics, es decir, que hubiera acción y ocasión usar los poderes y habilidades característicos de los personajes. Sega dispuso de los derechos de Spiderman durante un tiempo, y eso hizo que, además de desarrollar varios videojuegos incluyera al sobrino favorito de tía May en la serie Shinobi como un jefe de nivel. Pero a la hora de tomar el papel de Spidey como héroe estaba claro que las peleas, los saltos, el caminar por paredes y las telarañas no podían faltar.
Sin embargo, Sega no se limitó a hacer un beat’em up al uso, algo que seguramente llegó a jugar incluso en su contra, a pesar de que la intención fuese de las mejores. En el haber del juego figura un aspecto visual con un estilo artístico que realmente le hace parecer un cómic en movimiento, el mejor cumplido que en 1991 se le puede hacer a este tipo de juegos. Dicho esto, en lugar de seguir el ejemplo de su propio Golden Axe, tiró por una especie de calle de enmedio con otro gran clásico de recreativas, el Shinobi original.
De este modo, mientras Spiderman y sus nuevos asombrosos amigos que no son ni el Hombre de Hielo ni Estrella de Fuego cruzan varias fases a golpe de puño, a mitad de éstos el zoom se aleja para convertir el juego en un arcade plataformero en el que Spiderman hace gala de su habilidad para trepar y adherirse a superficies y dispara sus telarañas, incluyendo el enfrentamiento con algún que otro semijefe de nivel antes de volver a la rutina habitual, recuperar la cámara normal y recurrir de nuevo a los puñetazos y patadas. Así es como se las ve con enemigos tan clásicos como Veneno, Electro, el Duende (el que no es verde) **o el **Doctor Octopus, mientras que otros acérrimos adversarios del lanzarredes hacen las veces de guardianes del nivel, digamos, “normal” como en el caso del Duende Verde, el propio Veneno (que repite varias veces), Kingpin, el Escorpión, el Hombre de Arena o el mágico fin de fiesta con el verdadero villano de la función, el Doctor Muerte.
La razón por la que Spider-Man: The Video Game es uno de los juegos no tan recordados de Spiderman pese a no ser en absoluto malo es que Sega tomó un par de decisiones poco comprensibles. La primera que llama la atención atañe al propio elenco de héroes, y es que si bien Spidey ha hecho buenas migas con buena parte del Universo Marvel en sus famosos team-ups, es complicado escogerle tres acompañantes para zambullirse en un juego de acción que no tengan los derechos ya adjudicados a otras desarrolladoras.
Por ello, y si bien la elección de la Gata Negra es bastante lógica y hasta acertada, la presencia del bueno de Clint Barton y del altivo Namor es un poco desconcertante. También hay que tener en cuenta que los poderes de estos personajes debían adecuarse a la mecánica, lo que con Ojo de Halcón no es problema, pero en el caso de Namor provoca que el primer mutante de Marvel lance rayos eléctricos por arte de birlibirloque.
El otro handicap es que Spider-Man: The Video Game adopta un sistema de salud que si bien se ha usado otras veces y tiene su explicación en que, en fin, interesa que los jugadores no duren mucho a los mandos con una sola moneda, no se entiende demasiado. Como en Gauntlet, la salud no solo viene representada por cifras, sino que éstas van disminuyendo a cada segundo, matando lentamente a nuestros héroes, quizá de depresión ante la perspectiva de una vida de sinsabores y esclavitud a manos de un supervillano con un artefacto mágico.
Más habitual es que el golpe especial de cada uno, ejecutado con los botones de acción presionados de manera simultánea, tiene un coste de una cantidad de esta salud restante para poner más el dedo en la llaga. Lo bueno es que hay items que aparecen en determinados puntos del juego y que recuperan la salud en distinta medida.
Seguramente fueron estas dos causas las que pasaron factura a lo que por otro lado es un arcade que es bastante digno de representar a Spiderman, pero que pierde aún más si lo comparamos con máquinas como The Punisher, o incluso con el X-Men de Konami, aún con sus puntos flojos. Algo que hace zumbar el sentido arácnido de Parker, pero que tampoco era razón para que este arcade no haya sido rescatado. Ahora bien, lo de Namor de verdad que es para estudiarlo. Por lo demás, y sin poder imaginar lo que década y media después estaba haciendo Insomniac Games, Spider-Man: The Video Game podría contar con la bendición de tu amigo y vecino Spiderman.
Juan Elías Fernández
