Cuatro Olimpiadas que solo encontrarás en videojuegos

Cuatro Olimpiadas que solo encontrarás en videojuegos

Este 2016 estamos que no paramos. Cuando no es una cosa es otra. Que si el último estreno de una película esperada, que si Eurocopa, que si año jacobeo… Pero poco se está hablando de los Juegos Olímpicos. Antes de que Doraemon reclamara para Japón las Olimpiadas de 2020, la ciudad brasileña de Río de Janeiro fue elegida como sede de la edición que tendrá lugar este verano y donde aspiramos, como siempre, a llenar el medallero tanto como sea posible. Lástima que los videojuegos no sean, aún, deporte olímpico, pero todo se andará.

Cuatro Olimpiadas que solo encontrarás en videojuegos

Porque si dejaran a los jugadores, ah amigo, otro gallo cantaría, seguro. Nos las hemos visto de todos los colores y en todos los jaleos. Es más, hemos tenido Olimpiadas para casi todos los gustos, no creas que nos hemos conformado con los productos oficiales ni mucho menos. Hemos ido más allá, viajando incluso en el espacio y el tiempo para disputar pruebas imposibles a los mandos de nuestras consolas y ordenadores, o en los salones arcade. ¿Creías que no se podían organizar unos Juegos en la prehistoria, el Viejo Oeste o el espacio sideral?

Te vamos a mostrar cuatro videojuegos que llevan el espíritu deportivo hasta sus últimas consecuencias y que no verás retransmitidos por ninguna cadena de televisión. En sus marcas, listos… pasen la página.

Cuatro Olimpiadas que solo encontrarás en videojuegos

  • Lanzamiento de pareja: Porque todo es mejor si se hace a dúo, esta prueba imita el lanzamiento de martillo de la manera más políticamente incorrecta posible. Sustituyendo el martillo por la señora de la caverna de nuestro brutote troglodita. No sufras, están conchabados, porque el amor rupestre todo lo puede. El objetivo es hacerla girar y lanzarla lo más lejos posible.
  • Carrera de dinosaurios: A falta de caballos, buenos son reptiles gigantes con riendas. Hay que darse brío para procurar llegar a la meta antes que el rival.
  • Encender fuego: ¿Para qué esperar a que un rayo parta un árbol seco? El primero en conseguir encender fuego frotando un palito sobre unas ramas es el que se lleva esta prueba.
  • Aporreamiento en la cima: Un uno contra uno al más puro estilo pedestre en lo alto de un pico, algo que miles de años después copiaría el programa Gladiadores Americanos. Aporrea al rival hasta que se despeñe o hasta que te despeñes tú. Así es la vida y el deporte prehistórico...
  • Carrera del Dientes de Sable: ¡Corre! ¡Corre más rápido! ¡Corre por tu vida para que ese tigre dientes de sable no te convierta en su almuerzo! ¿Alguien dijo 100 metros lisos?
  • Salto de dinosaurio: El equivalente al salto de pértiga contemporáneo si quitásemos la lona y la barra y las cambiásemos por un acantilado y un tiranosaurio voraz y presto para sacudir una dentellada. A menos que saltes más alto.

Caveman Ugh-lympics sigue la línea - como la gran mayoría de estos juegos - de machacar los controles para realizar movimientos sincronizados y presiones de botón continuadas, aunque en vez de una simulación “fiel” como las que Epyx tomó como especialización optó por un ambiente mucho más caricaturesco. Seis cavernícolas para elegir y la gloria de ser inmortalizado en la pared de una caverna en juego.

Cuatro Olimpiadas que solo encontrarás en videojuegos

  • Pulso: Dos hombres y una mesa, codo con codo. Flexiona ese bíceps y demuestra quién es el más fuerte de los dos. Pero no te precipites, hay que elegir el momento adecuado.
  • Tiro a la cerveza: Cerveza, whisky, aguardiente… cualquier cosa que pueda sostenerse por dos valientes chavales que presentarán cinco recipientes distintos contra los que podrás descargar plomo. Hay que desenfunda y dispara antes que McSlow, y controlar los nervios porque pueden jugar una mala pasada.
  • Mascar y escupir: La prueba consiste en mascar la cantidad adecuada de tabaco hasta darle la consistencia necesaria y proceder a lanzarlo a la escupidera en el ángulo correcto. Un deporte de caballeros que se visten por los pies, y posiblemente con pijama de franela.
  • Ordeñar: Hay que ordeñar unas vacas siguiendo el ritmo que nos da el juego para ser el primero en llenar el cubo de leche. Se puede molestar al adversario a codazos. Y si no, haber estudiado.
  • Baile: Sigue los movimientos que muestra la bailarina y reprodúcelos sobre las tablas del saloon sin perder el compás, o los parroquianos la tomarán con el tipo de la pianola y tendrás que invitarle a otra cerveza para que siga tocando.
  • Concurso de comida: Debemos devorar un estofado llevando a cabo cuidadosamente todos los pasos: llenar la cuchara, equilibrarla, sorber, masticar y tragar. Si fallas, eructas y pierdes un valioso tiempo, además de quedar como un maleducado…

Magic Bytes presentó como credenciales en este juego un apartado gráfico soberbio, incluso en una versión para un ordenador de 8 bits como el Amstrad CPC que poco tenía que envidiar a su hermana del Commodore Amiga. Con un sentido del humor más que eminente, Western Games dejaba de lado las pruebas convencionales para ajustarse a tópicos del Far West muy exagerados pero divertidos. Como curiosidad, los movimientos del joystick necesarios siguen pautas diferentes a las acostumbradas y requieren más coordinación al requerir de más acciones de las habituales. Pero sin duda, el humor caricaturesco es la estrella. Al fin y al cabo, el deporte es salud, pero reírse también.

Cuatro Olimpiadas que solo encontrarás en videojuegos

  • Turbo s print: Una carrera contra otro de los contendientes sobre un circuito de F1… en el que adelantaremos incluso al propio bólido.
  • Interceptor: Se acercan barcos hostiles a la costa rusa y nuestros héroes han de interceptarlos. Definitivamente, si es posibles. Cada uno de los tres botones del mueble dispara a una dirección, con lo que esta prueba es un tiro al blanco basada en reflejo. El que antes impacta al proyectil objetivo se lleva más puntos.
  • Lanzamiento de misil: Toma una prueba de lanzamiento de pértiga y cambia la pértiga por un misil. La prueba consiste en tomar carrerilla, orientar el proyectil al ángulo adecuado y lanzarlo en medio de la sabana africana.
  • Numan Sniper: Otra prueba de tiro al blanco, ¡pero ahora contra horribles monstruos gigantes que amenazan la costa antártica!
  • Vs. Express: Un metro avanza a toda velocidad y hay que conseguir frenarlo y empujarlo de vuelta. Cuidado con flojear o el viaje nos lo llevamos nosotros.
  • Salto de Torre: En plena Francia, esta prueba da un nuevo sentido al salto de altura. El objetivo es saltar y rebotar en las paredes de dos edificios cercanos para llegar a la cima antes de un determinado tiempo.
  • Romperrocas Contínuo: Parece que pedrega. ¡Pero son cantos rodados! Pártelos con tus puños, pero asegúrate de reunir la suficiente fuerza antes.
  • Salto de Niágara: Quién quiere salto de longitud cuando se puede saltar una catarata como las del Niágara. Nuestros héroes tienen que tomar impulso y apoyarse dos veces sobre el torrente de agua para poder llegar hasta el otro lado y cubrir una distancia mínima.

Aunque el género deportivo ya era conocido gracias a clásicos como Track & Field, Namco le dió una vuelta de tuerca con Numan Athletics, sorprendiendo con su estética anime y su sentido del humor. Las expresiones exageradas y deformes de los protagonistas ante sus fallos o del propio comentarista del evento no tenían precio. Y permitía que compitieran hasta 4 jugadores a la vez.

Cuatro Olimpiadas que solo encontrarás en videojuegos

  • Carrera en el Anillo: Un slalom en los anillos de Saturno. Hay que cruzar por la izquierda de las balizas amarillas y por la derecha de las rojas a bordo de una nave.
  • Tronic Slide: Una especie de coches de choque donde hay que recoger esferas de energía de nuestro contrincante.
  • Brain Bowler: Se trata de un puzzle competitivo en el que hay que hacer circular electricidad por un circuito, pero nuestro rival pondrá todos los medios para interrumpir nuestro flujo de energía.
  • Salto Temporal: Hay que recoger energía en un minijuego similar a un shooter para saltar lo más lejos posible en el tiempo hacia el futuro.

Purple Saturn Day es de los juegos más extraños para ordenadores de 8 bits, y hasta de 16 bits, pero desde luego no se le puede negar que era bastante original cuando salió al mercado. Hasta el punto de que muchos usuarios no entendíamos ni jota de las pruebas de que nos presentaban. Pero si algún día hay unas Olimpiadas galácticas, no dudes que seguramente se parezcan a estas. Los franceses siempre han tenido mano para la ciencia-ficción anticipativa.

Cuatro entornos, cuatro juegos, multitud de pruebas. Pero da igual el resultado porque tú eres el campeón. Esto no lo verás en Río, casi seguro. A menos que aparezca de repente con una olla de estofado o aparezcan monstruos en la costa. En estos tiempos locos, quién sabe...

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