The Legend of Zelda: ¿dónde demonios está Hyrule?

The Legend of Zelda: ¿dónde demonios está Hyrule?

Hyrule es uno de esos paraísos imaginados en forma de territorio mágico-épico que tanto nos gusta disfrutar en una de nuestras sagas favoritas RPG como es The Legend Of Zelda. Nadie sabe exactamente dónde está o cómo es a ciencia cierta (aunque hay fans que se lo imaginan rutilante en unas zapatillas), salvo quizás los desarrolladores, mandmases de la franquicia de Nintendo, nuestro querido Link y, por supuesto, su Alteza Real la Princesa Zelda.

Evidentemente, sí que existe un consenso general sobre que Hyrule es un territorio que existe por sí mismo, a pesar de que puede estar conectado o ser colindante (física o metafísicamente) a otros lugares y planos de realidad como Altarea, Termina, el Reino del Crepúsculo, Lorule, Mundo de los Minish, etc. Pero también sabemos que Hyrule tiene varias versiones de sí mismo, las cuales son equivalentes entre sí, pero sirven de contexto a las diferentes aventuras de Link que suceden en su interior o en las que se hace referencia a Hyrule como "otro plano o emplazamiento".

De esta forma nos encontramos con términos como Reino de la Luz, Tierra de los Espíritus, el Gran Mar y otros, que sirven para dar nombre a "distintos" Hyrule según la línea temporal de Zelda en la que nos encontremos. Esto no significa, necesariamente que no sea el mismo Reino de Hyrule, pero tampoco quiere decir que no puedan ser localidades completamente diferentes, enmarcadas en una realidad muy concreta. Así pues, el Hyrule de Breath of the Wild puede ser el mismo que encontramos en Twilight Princess, pero modificado por el paso del tiempo y el batir de una Gran Guerra sobre el terreno ya devastado.

Con un lugar mágico, místico y misterioso como Hyrule, Nintendo sale beneficiado a la hora de construir cada uno de los títulos de la franquicia, haciendo que los jugadores tengan que sumergirse en la localización para entender la historia y, de paso, se pueden dejar pistas suculentas que conecten juegos o arcos temporales entre sí, como el Ganon atravesado por una espada que se puede ver en el tráiler de Breath of the Wild 2.

No cabe duda de que este misterioso velo de niebla sobre Hyrule es lo que mantiene a esta tierra mágica como uno de los referentes más importantes de los videojuegos y aunque no pueda precisarse su naturaleza y situarlo en unas coordenadas concretas y unívocas, seguirá siendo el lienzo ideal para dar color y forma a las aventuras de Link y Zelda, invitándonos a soñar, imaginar, construir y teorizar sobre una realidad que se escapa, pero que a la vez está tan cercana.

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